¿Cómo empezaste? Sé que fuiste a la Escola Massana. ¿Puedes contar rápido el tema de la escuela, y más bien cuál fue tu estrategia para empezar a conseguir encargos y empezar a dedicarte profesionalmente a la ilustración?¿Cuándo empezaste realmente a vivir de esto?¿Cuánto tardaste?
En realidad, dedicándome a esto exclusivamente llevo poco tiempo. Yo no tengo esta cosa del artista bohemio. Para vivir bien tienes que ganarte bien la vida. Entonces, lo veo desde un punto de vista más empresarial que artístico. Con lo cual quiero decir que yo estuve compatibilizando la ilustración con otras actividades hasta que ya tenía una cartera de clientes importante como para poder dedicarme en exclusiva.
Yo empecé en la Escola Massana porque yo sabía dibujar de toda la vida y tenía un vecino que iba a la Massana. Se lo comenté y me dijo: “Ah, pues tienes que ir a la Massana porque eres un crack con esto”. Y le digo: “¿Pero qué se hace allí?” Y él: “Diseño gráfico.” Yo no sabía ni qué era el diseño gráfico. Yo me planté allí porque sabía dibujar. Allí había gente que tenía vocación de diseñador, iban a exposiciones… Y yo no tenía ni idea de todo esto, ¿sabes? Yo sabía dibujar, pero mi sorpresa fue que en las asignaturas de dibujo no era el que más destacaba porque era un tipo de dibujo que yo nunca había trabajado. Yo me basaba en los comics de Mortadelo y Filemón, toda la vida había leído eso… Entonces estuve allí un tiempo, cuatro años, y cuando vi que estaba un poco desubicado, me marché.
Mientras estaba en la Massana fui trabajando en diferentes empresas, hasta que encontré una que, por horario me iba súper bien. Iba de culo, pero me valió para pagarme la matrícula. A mí no me gustó demasiado lo de la escuela, los amiguetes muy bien, aprendí mucho, más que nada de ellos… Pero en sí, lo que es la enseñanza, era muy poco productiva. Era ir allí, y con un proyecto se tiraban tres o cuatro meses… era todo demasiado lento, y yo veía que estaba perdiendo un poco el tiempo, acabé cuarto y me fui. Poco a poco empecé a contactar con agencias, y me fui moviendo con un book que tenía para darme a conocer. Los principios son duros, porque son precios tirados, y tienes que tragar. Pero bueno, supongo que pasa en cualquier disciplina. Más que nada en este tipo de sectores que son un poco cerrados. En el sector de la publicidad es muy difícil entrar, en el editorial también… Es complicado darte a conocer, por muy bueno que seas. Tú puedes ser la hostia, pero si no tienes contactos, es muy complicado.
Poco a poco fui aumentando la cartera de clientes, hasta que llegó un momento en que ya no tenía tiempo para compatibilizarlo con otras actividades. De hecho ahora he de ser muy selectivo, hay trabajos a los que tengo que decir que no, sólo por falta de tiempo.
¿Te puedo preguntar a qué te dedicabas para compaginar con la ilustración?
Yo busqué cualquier tipo de trabajo que me valiera… Me parece que la Massana empezaba a las cuatro, de cuatro a ocho o por ahí. Buscaba un trabajo de media jornada. Encontré una empresa en la que hacía absolutamente de todo. Empecé como chico de oficina, pero el chico de oficina descargaba camiones, fabricaba tintes… vaya de todo. Antes de eso estuve limpiando parkings, camarero… El caso es que me ayudaba a pagar un poco los gastos de matrícula… Yo me quería pagar lo que costaba estudiar, porque la matrícula de la Massana no era barata, y además había muchos gastos de material y cositas de éstas. Me tiré un montón de años en esta empresa, y al final ya me dedicaba más a temas de publicidad: todo lo que era la imagen gráfica de la empresa, los dibujos para catálogos, esquemas… De hecho continúo haciéndoles la página web.
En realidad esto pasa cada vez más. A lo mejor tu caso era atípico en aquel momento, pero ahora que cuesta tanto arrancar… Si no tienes a nadie que te ayude, pues obviamente tienes que hacerlo así.
Eso es, yo me aburría muchísimo, a veces pensaba que estaba perdiendo el tiempo porque no era lo mío, porque mi sueño siempre fue dedicarme a esto que me estoy dedicando ahora.
¡Y lo conseguiste!
Me decía: “Si me hago rico, me voy a dedicar a dibujar. Cuando me jubile me voy a dedicar a dibujar…” Y ahora que me dedico, para mí no es un trabajo. Yo he trabajado muchos años, y esto no es trabajar.
Además es que en tu trabajo se nota que te lo pasas bomba.
Me lo paso bien, pero claro, ¡tampoco lo puedo decir (risas)!
¿Fuiste tú el que decidiste enfocarte hacia la ilustración publicitaria, o fue algo que sucedió?
A mí me gusta mucho la tele, me gustan mucho los medios, programas de estos muy frikis… Yo soy muy friki en ese sentido. Lo que no me gusta nada es toda la parte bohemia y snob del arte.
Te refieres a las Artes con mayúsculas, ¿no?
Sí, a mí eso no me va. A mí me gusta más lo que yo puedo aportar a una marca. Lo que mi trabajo puede aportar para ayudarle a vender o a tener más visibilidad. Pero toda la parte artística es que me da bastante palo. Si tú sabes dibujar, posiblemente el sector de la publicidad es donde mejor te puedes ganar la vida, si consigues introducirte. Si consigues estar en las agendas de los grandes estudios y de las grandes agencias para trabajar con marcas grandes, te puedes ganar la vida bastante bien. Lo complicado de esto es estar en esas agendas. Una vez que estás, tienes bastante camino recorrido. Ahora, es súper difícil de conseguir. Y una vez que entras, si tú te lo curras y cuidas al cliente, salir también es difícil. En ese sentido, son bastante leales. Yo trabajo con muchas agencias en España y hay algunas con las que no trabajo. Y con ésas, con las que no trabajo… Vaya, no hay manera. No hay manera, porque tienen otros ilustradores. Después de muchos años ya se crean unos vínculos. No con la marca, sino entre la agencia y el ilustrador. Y si trabajas bien pues, como es normal, te mantienes.
¿Y qué estrategia utilizaste para acercarte a las agencias? Porque es un gran misterio. Aunque sea una cuestión de mucho tiempo, seguramente también adaptarías tu portafolio, ¿no?
Sí. Yo lo he explicado muchas veces, es fundamental tener cosas que enseñar. Les tienes que enseñar cosas que quieren ver. En mi caso, yo tenía bastantes cosas hechas, pero nada muy importante hasta que llegaron las cajas rojas, las de Nestlé. Esto fue hace cuatro o cinco años. Es muy significativo que a partir de poder mostrar algo con una marca grande, las otras ya van entrando. Es un efecto dominó.
Si no tienes nada que enseñar… Nadie te va a contratar si nadie te ha contratado antes. Lo que tienes que conseguir es tener un book importante. Poder mostrar mucha cosa. Hay trabajos en cuya valoración tú has de pensar en lo que a ti te aporta, no sólo el valor económico. Es decir, si a ti te interesa mucho hacer el trabajo por otros motivos. Hay algunos trabajos, no muchos, que son estratégicos. Porque tú los haces sabiendo que vas a entrar en un sector diferente, o vas a hacer algo nuevo que te va a abrir mercado por otra parte.
En su momento lo que yo hacía eran llamadas por teléfono. Era bastante cutre y los pasos eran muy lentos. Ahora, con internet, Linkedin y con todos los accesos que hay es bastante más sencillo.
A pesar de la facilidad que tenemos para conectar a través de internet, ¿tú crees que hay que hacer acto de presencia?
No siempre. Hay agencias de Barcelona con las que trabajo hace años y no los conozco personalmente. Es como se da la cosa. Normalmente, en mi sector el primer trabajo siempre es mega urgente. La primera vez que te contactan es: “Oye, que esto es para mañana… Es lo que hay”. Si ahí respondes, en ese primer trabajo y en esa primera colaboración, posiblemente en la segunda se acuerden de tí. Eso es ya equivalente a una entrevista de trabajo. Ya has dicho: “Estoy aquí, yo trabajo de esta manera…” Siempre es mejor verse en persona, pero claro, yo trabajo con muchos clientes en Madrid y en otras ciudades, y no siempre puedo a ir a verlos. A lo mejor hago un viaje allí y veo a varios, pero no es habitual. Dicho esto siempre es mejor verse cara a cara, por supuesto.
¿Y has trabajado alguna vez con agente?
No. Yo lo he intentado, porque yo lo intento todo. Y he contactado con agentes en EEUU y no me han hecho ni caso. Supongo que tienen mucha gente. Si a mí me hiciera caso todo el mundo al que le he contactado… Yo pico a la puerta a mucha gente, en muchos sectores, desde agentes de ilustración a gente que se dedica a dar cursos de coaching… De todo, y en todo. Entonces, por un lado o por otro van llegando poco a poco. Pero con agentes no he trabajado nunca.
¿Has trabajado más para España o para el extranjero? ¿Qué experiencia tienes trabajando fuera?
En el sector editorial, sí que he hecho cosas bastantes cosas para Sudamérica. En publicidad muchos de los proyectos en los que he participado han llevado cesión de derechos para Italia y/o Portugal, además de España, y otros muchos cesión de derechos a nivel mundial, con lo que aunque el trabajo se ha realizado desde aquí su explotación sí que se realiza en el extranjero.
¿Qué tipo de contrato sueles hacer para los encargos publicitarios? ¿Va por cesión, o va por un adelanto, cómo haces con el tema de los royalties…? ¿Haces tú los contratos o te los dan hechos a ti?
Cada uno es diferente. Mucha gente, la mayoría, no te pide contrato. Y a mí si no me piden contrato, no lo hago.
¿Nada por escrito?
La obra que hace un ilustrador, a no ser que tú firmes la cesión de derechos y digas: esta ilustración es exclusiva de esta marca, sigue siendo suya. Las marcas grandes normalmente sí que te piden cesión de derechos, y estas licencias se negocian en cada momento y normalmente son ellos los que te pasan el contrato para firmar, y si tú ves alguna cosa rara pues lo dices.
Va en función del proyecto, del cliente…muchos te piden cesión de derechos completa en tiempo y territorio, es decir, “esto es mío para siempre”. Otros te piden para España, España-Italia, por siete años, por dos años, o negocias por un lado los derechos y por otro lado los derechos de transmisión que son por dos años y cuando acaban los dos años tienes que volver a negociar… Es absolutamente caótico, y cada marca lo hace a su manera.
Es bastante complicado, y poca gente tiene idea de cómo funciona, mucha gente te encarga un trabajo y cree que por encargártelo puede hacer con él lo que quiere, ponerlo en camisetas, ponerlo en packaging… Y no es así.
¿Incluso las agencias de publicidad?
Cada vez menos. Las agencias de publicidad más o menos saben de qué va. Los clientes finales no tienen ni idea: “¡Yo te lo he pagado!” Me lo has pagado para ponerlo en un packaging, no para que lo pongas de imagen corporativa y lo metas en otros soportes. A veces no lo entienden. Aparte es que en este sector, cuando tú haces las cosas… Yo a veces veo mis cosas porque las veo publicadas, o las veo en la calle, o las veo en el supermercado. Tú lo entregas, y muchas veces ni la agencia sabe cuándo se va a sacar al mercado. Porque no sólo está la agencia, a veces hay dos o tres intermediarios por medio. A mí me preguntaron en una entrevista no hace mucho cuál era mi relación con las marcas. Pues es que no hay, porque no llego a ellos nunca. Esa relación no existe, es todo muy frío.
Bueno, si al menos lo tienes asimilado… Porque hay gente que dice: Voy a escribir a Coca Cola…
¡Buah, qué va! Se deben descojonar… Puede pasar que un directivo de Coca Cola vaya por la calle y vea un dibujo que le guste mucho. Y que entonces llame a la agencia de medios con la que trabaje y le diga: Oye, búscame a este ilustrador o ilustradora y que nos haga el próximo trabajo. Pero jamás una empresa como Coca Cola contactará directamente con el ilustrador.
¿Y qué opinas de la manera en la que funciona el sector? Mandas emails, ofreces tu trabajo y muchas veces no importa lo profesional que seas o el recorrido que tengas…
Sí, sí. Y eso está muy mal. Yo contesto siempre, siempre… Y me envían muchos correos, y fastidia que tú expliques tal y cual, y no te digan ni hola. Lamentablemente es habitual que lo hagan, pero hay que pasar de eso y no desilusionarse.
Escuchar eso de ti anima, sabiendo que tienes tanto recorrido.
Sí, tú eres un master según con quién te compares. Según con quién te compares eres un “matao”. Si yo me comparo con los chavales que están ahora empezando, pues sí, soy un master. Me comparo con gente que lleva mogollón de tiempo dibujando, pues seguramente seré un “matao”. No hay que pensar que eres alguien y no hay que compararse.
Cuando se ponen en contacto contigo para un encargo, ¿te piden a ti el presupuesto o te dicen: “Tenemos tanto”? ¿Cómo lo gestionas?
Es complicado, un ilustrador tienen pocos costes de fabricación. Yo trabajo solo, en casa, mi único gasto es mi tiempo. Entonces en ocasiones es difícil valorar las cosas. Valoras en función de la experiencia que tienes…
¿Y de quién te lo pide, de lo grande que sea el encargo, etc no?
Sí, has de valorar muchos factores, la importancia y visibilidad del proyecto, la potencia de la marca, la urgencia, la complejidad técnica, el número de revisiones y cambios posteriores… A mí en muchos trabajos me dicen que me paso, y lo tengo que negociar, en otros te enteras que te has quedado corto. Cuando te dicen: “Muy buen precio éste…” Hostia, eso da rabia.
Eso te iba a preguntar ¡es que eso es lo peor que te puede pasar! ¡¿Tendría que haber pedido más?!
Sí, pero bueno, ya está. Lo que no vas a hacer luego -yo al menos no lo hago- es decir: “Oye, pues subimos un poco más”. Yo mis proyectos sólo digo de reajustarlos cuando se hacen mil vueltas y mil cambios. Es horrible, a veces ya se va de madre y hay que replantear el precio.
Porque obviamente al final el proyecto te implica mucho más tiempo del estimado, ¿no?
Claro, pero es que es muy difícil también calcular el tiempo. El tema de la valoración es muy muy complicado. Y aparte, no se pueden publicar tarifas, porque eso está prohibido. Al final entonces, ¿en qué te basas? , pues básicamente en la experiencia, y en los precios que he aplicado en proyectos similares.
Tú al empezar, ¿qué referencias tenías? ¿Le preguntabas a alguien?
Nada. Al empezar, como te explotan, pues ya está, te explotan…Las perspectivas al empezar tienen que ser muy bajas. Tienes que pensar que no vas a ganar un duro. Tienes que hacer el book y hacerte ver. Es una inversión. Es como el que tiene un negocio de transportes y necesita hacer una inversión en comprarse un camión. Pues tú tienes que hacer trabajos y dedicarle horas, ésa es tu inversión.
Bueno, yo me refería a más adelante, a los años en que ya te estás dedicando al cien por cien a esto.
Con la experiencia vas viendo más o menos lo que puedes cobrar. A veces me llaman chavales: Oye, tengo esto, ¿qué crees que puedo cobrar? Yo creo que lo importante de esto es tener trabajo. A veces me llaman clientes muy pequeñitos: Oye, he visto que trabajas para esta gran marca, no te puedo encargar nada. Pues hombre, sí. Y yo, cuando son clientes pequeñitos, también intento ajustarme, aunque tampoco puedo hacerlo en exceso porqué estaría haciendo un agravio comparativo con otros clientes.
Te quería preguntar por campañas para grandes marcas. Ellos te piden presupuesto, pero ¿qué clase de briefing te mandan? Tiene que ser bastante complejo, ¿no?
A ver, los briefings también dependen mucho de la agencia y del interlocutor. A veces te dan briefings súper claros, que son muy fáciles de interpretar y son muy cortos. Y a veces te dan unos tochos de quince páginas que dices: “¿Pero qué me estás contando aquí? Voy a estar más tiempo interpretándolo que dibujándolo”.
¿Digamos que ellos en la agencia hacen el trabajo creativo y luego cuando ya tienen claro el concepto te lo pasan para que tú lo interpretes?
Es el director de arte el que normalmente hace ese filtro. Habla con el cliente, ordena la información, la condensa, desarrolla el concepto y te la pasa lo que has de hacer. Lo ideal es eso, que sea un director de arte el que te pase la información, porque entonces vas a ir mucho más a lo seguro.
¿Pero ellos tienen un equipo creativo que desarrolla diferentes conceptos y tú los ilustras, o tú también tienes que generar esos conceptos para ellos?
Normalmente, cuando son agencias grandes, siempre hay un director de arte, siempre hay varios equipos. Hay un equipo de no-sé-qué y un equipo de no-sé-qué, y a ti te dicen: “Vas a hacer esto y esto”. Es mucho más directo y más claro. Cuanto más pequeñita es la marca y la agencia, más polivalente y más cosas tienes que hacer. Pero ya te digo, el briefing en cada caso es diferente. A veces te dicen cosas que, no sé… Ahora estoy haciendo otra mascota para una empresa de EEUU. Y me piden: “Haz una mascota. Pero, ¿de qué? Un animal. ¿Pero qué animal? ¡Necesito más datos! ¿Qué hago?¿Un burro? (Risas).“
Entonces, ¿hay que ir con mucho cuidado con según qué clientes?
Claro. A los clientes que no son así, que tienen ideas claras, hay que valorarlos mucho. Y también tenerlo en cuenta a la hora de darles precio porque no habrá tantos cambios.
Supongo que tú estás dado de alta como autónomo. ¿Cómo te las apañas con el tema de la gestión? ¿Te lo lleva alguien? ¿Cuando empezaste te buscaste tú la vida para investigar cómo era?
Al principio, cuanto tu facturación es muy baja es súper complicado. Yo tuve la suerte de que encontré una marca con la que empecé a trabajar bastante, y negocié que me pagaran los autónomos. No sé qué solución se podría encontrar para que la gente joven pudiera facturar, está muy mal montado.
Yo he descubierto, investigando un montón, una cosa que se llama “trabajo marginal”. En teoría es un vació legal, pero al menos es una alternativa viable. Pero es una pena tener que hacerlo así…
La gente lo tiene que hacer así si no factura suficiente como para pagarse los autónomos, pero yo también te digo que, según el tío de Hacienda que te pille, te puede decir: “No, no, esto así no es”.
Por lo visto lo que sucede si te pillan es que te abren una investigación, pero según un asesor de confianza dice que te pueden abrir una investigación, pero si tú demuestras que no llegas al salario mínimo interprofesional no te pueden meter ninguna multa ni nada.
Vale, vale, pues eso está bien saberlo.
Con lo que hay que tener cuidado, por ejemplo, es que si estás dado de alta en Hacienda pero no en la Seguridad Social, y estás facturando, cuando te vayas a dar de alta de autónomos tienes que darte de baja primero en Hacienda y luego empezar de cero todo el proceso. Porque si no te pillan.
¡Todo el papeleo es un rollazo! Al principio me llevaba yo mismo todos los papeles, declaración de IVA, IRPF y esas cosas tan divertidas, pero ya hace tiempo que me lo lleva un gestor.
Y también el tema de conocer y saber negociar el tema de los derechos de autor… ¿Quién nos puede ayudar en ese sentido? Son temas complejos que nos quitan mucho tiempo.
A ver, para la parte de derechos y todo eso tienen que ser bufetes muy específicos. Hay bufetes que se ocupan de patentes, ese tipo de cosas. Y yo supongo que por ahí… Lo que pasa es que, claro, es un sector tan diferente que no sé. Un gestor normal desde luego no tiene ni la menor idea de estas cosas. De verdad es una lástima que no haya más ayudas.
Quería preguntarte si trabajas en casa o si tienes un estudio fuera
En casa.
¿Y cómo llevas lo de gestionar tu tiempo?
Genial. Partimos de la base de que te gusta lo que haces. Si me despierto a las cinco de la mañana, me levanto y me pongo a trabajar. Si tengo trabajo estoy catorce horas sin parar. Si no tengo, paro máquinas, me voy a la piscina, me relajo…no me preocupo. Si esto fuera otro tipo de actividad que no me gustara sería muy diferente, porque si estás en casa te da palo. Pero yo prefiero trabajar antes que irme al cine, por ejemplo.
¿Pero siempre desde el principio fue así, nunca te costó separar lo que es el trabajo del resto de tu vida?
No, yo estoy encantado…Bueno yo realmente no separo el trabajo del resto de mi vida, van juntos, es indivisible.
Tú sientes que compaginas bien tu trabajo con el resto de tu vida social.
Sí, ya te digo que yo he trabajado muchos años. Yo vengo del “mundo real” y esto no es trabajar, trabajar es otra cosa. Esto es fantástico, estás a tu rollo, haces lo que quieres, no tienes nadie que te diga lo que tienes que hacer, te manejas el tiempo como quieres tú… No es un trabajo para mí. Nunca me cuesta.
¿Y has tenido etapas sin encargos? ¿Cómo las has afrontado?
¿Sabes lo que pasa? Es que yo me he acostumbrado a trabajar muy rápido. Como tenía muy poco tiempo cuando trabajaba en la otra actividad… Todo lo que me encargan lo hago a toda castaña, aunque no corra prisa. Porque sé que, si tengo tres encargos hoy, a lo mejor mañana me cae un cuarto. Ventílate los tres primeros hoy, o los dos primeros, porque luego vendrán otros detrás. Normalmente no tengo etapas sin trabajo. La verdad es que no tengo. Pero sí hay algún día que digo: Pues no tengo ganas ya, que estoy reventado.
Yo tengo iStock, no sé si lo conoces… No tiene muchos ingresos como para vivir de ello, pero cuando tengo ratillos me pongo a subir dibujos ahí, es una inversión a largo plazo.
Tengo ahora unas doscientas ochenta imágenes y van cayendo eurillos. Cuando tengo tiempo hago eso, actualizo la web, Linkedin, busco más contactos… Siempre hay cosas que hacer.
Es que hay gente que se agobia mucho cuando pasa unas semanas o unos días sin encargos…
Yo lo que me hago mensualmente es un informe de las cosas que he hecho: De los contactos que he hecho, los trabajos… Todo. Es una manera de visualizar que no has estado quieto. Al principio sí era: “Ufff, no me ha llamado nadie en dos días”. No problem, tú valoras el mes y después valoras el año, haciendo balance de los ingresos y los gastos.
¿Y cómo te organizas eso, llevas una libreta, o llevas una hoja de Excel…?
Yo lo hago con el Google Calendar. En el calendario de Gmail me apunto las cosas y mensualmente hago un listado de las cosas que he hecho. Porque a veces pierdes un poco la perspectiva: “Vaya, ya no sé lo que he hecho este mes.” Es una manera de llevar un control y saber que no estás quieto, saber que cada día vas haciendo cosas.
Después del recorrido y experiencia que tienes, si empezaras de nuevo, ¿cómo habrías enfocado tu carrera?
Yo creo que exactamente igual que hice. Me buscaría un trabajo de lo que fuera para poder trabajar en lo que me gusta. Si tengo que descargar camiones, me pongo a descargar camiones, he recogido fruta también, no pasa nada y… Hombre, mejor sería un trabajo de ilustrador, en una agencia de animación o algo así. Mejor eso, pero si no lo encuentras, que probablemente al principio no lo encontrarás, y si lo encuentras es probable que no te van a pagar como para ganarte la vida… entonces, me buscaría un trabajo para poder, poco a poco y sin agobiarme, ir haciendo cartera de clientes sin agobiarme por el dinero. Porque si piensas en el dinero no vas a hacer nada al principio. Y poco a poco iría haciendo lo que he hecho, lo que te he explicado. Y cuando llegase el momento dar el salto.
Tú vives en Barcelona, ¿crees que influye el lugar en el que vives?
Sí. Aunque ya te digo que normalmente la entrevista no es imprescindible, lo de las visitas tampoco es imprescindible, pero sí que vende mucho, y de alguna manera sí hay algunas agencias puntuales que te dicen que vayas allí. Si te dicen ven aquí hoy, porque es urgente, has de estar allí hoy. Y si estás allí hoy ya has ganado bastantes puntos. Si dices: “no, es que vivo a ciento cincuenta kilómetros, me tengo que organizar…”Fuera. Pero a ver, tampoco es lo habitual, ¿eh? En mi caso, ya te digo, no suele pasar, pero las que pasa, de alguna manera te ganas al cliente. Porque ven que te tienen ahí para lo que sea.
Y ahora mismo, con internet, ¿en qué porcentaje crees que el tema de la autopromoción es importante para la carrera de un ilustrador?
Es fundamental, absolutamente. Si tú no te promocionas, no lo va a hacer nadie. Yo le he dado mucha caña a la página web y al posicionamiento. A mí todos los clientes nuevos, o me entran por Linkedin porque yo les he contactado o a través de buscadores, o de mi página web… Lo que intento es tener una sola página web que actualizo yo mismo, y que aglutina todo lo que he hecho y todo lo que voy haciendo. El Facebook también lo tengo muy actualizado. Con lo de la autopromoción te has de buscar la vida tú, no has de esperar a nadie.
La gente necesita leer estas cosas dichas por alguien con experiencia… Bueno, la entrevista en sí ya ha terminado, pero te quería preguntar una cosilla: me hizo muchísima ilusión que tú te pusieras en contacto con Ilustrando Dudas. Realmente, por lo que me has contado mucha gente te escribe y te pregunta. ¿Te gusta ayudarles?
Esto es algo que nadie hizo conmigo, nadie me orientó, y me da bastante rabia. Estos que van sobraos, y escribes y no te contestan… Mucha rabia. Entonces, yo intento no ser así, y no ocultar cosas sino decir las cosas como las siento y como son, y ya está. Decir las cosas claramente, si lo haces con respecto tampoco te va a hacer ganar más o menos clientes. Si tú haces bien tu trabajo y respondes, no pasa nada porque digas que hay clientes que son complicados. Los hay. Ya te digo, a mí me llaman chavales y yo intento ayudarles. No los tengo como posibles rivales.