Cuéntame cómo fueron tus inicios
Yo en realidad estudié Arte y Decoración por eliminación. No sabía muy bien qué hacer, sabía que quería dibujar pero no ilustrar, eso no lo tenía en la cabeza. Y estudié eso porque no quería hacer Bellas Artes, me imaginaba luego dando clases y me veía incapaz… no sé por qué pensaba eso (lo de tener que dar clases).
Al final estudié Arte y Decoración y justo cuando acabé me llamaron de una agencia de publicidad y empecé a trabajar, y estuve como ocho años en agencias. Y cuando estaba ahí tenía una amiga que tenia otra amiga que trabajaba en una editorial, que es la más potente que hay allá (País Vasco/San Sebastián). Y hablando salió el tema de que yo tenía ganas de ilustrar, pero no lo dije como para hacerlo en seguida, sino algo que me apetecía, sin prisa. Entonces un día mi amiga me dijo que fuera a verle (a su amiga) y que le llevara unos dibujos. Fui y le gustaron. Hice unas orlitas para un libro de texto y fue todo así poco a poco, luego me llamaron para otra cosa, de repente me llamaron para un cuento… Y esto mientras seguía trabajando en publicidad.
Primero estuve en una agencia bastante grande, pero al tiempo ya estaba asqueada y me llamaron de otra y me fui, y en menos de un año la agencia donde estaba cerró. Y para mi fue una alegría. Yo necesitaba eso porque para esas cosas no soy iniciadora, a mí las cosas me tienen que venir, tengo que sentir que llega natural, que no lo tengo que forzar. Y yo recuerdo la reunión (en la que comunicaron que cerraban) con alegría aunque no sabía lo que iba a hacer. Y yo me fui a mi casa y mi madre “¿Pero no vas a buscar trabajo?” y yo “Pues no”. No me preocupé.
Y de repente empezó a llamarme más gente porque sí, porque veían algo que les gustaba y me llamaban, y luego otro y otro… y hasta hoy. Surgió todo solo. Yo después de que la agencia cerrara me fui a mi casa pensando “que me entren..” y oye, ¡me entraron! y sin ninguna preocupación. Yo no sé por qué pero nunca me ha preocupado el trabajo, creo que cuando algo no te preocupa, sale bien y llega. Nunca he tenido miedo y me llegaba algo y, pues mira que bien, luego otra cosa y otra y así ha ido saliendome todo.
¿Crees que tu estilo ha evolucionado mucho a lo largo de tu carrera?¿Y es algo de lo que tú te preocupas? ¿Vas buscando ese cambio?
Sí, sí, mucho. No es algo que fuerce (el cambio), viene sólo. Yo me acuerdo hace muchísimos años, cuando era mucho más joven, que hacías una cosa, te gustaba y decías “voy a hacer siempre esto”. En fin, es una tontería. La realidad es que llega un punto en el que dices “no, esto ya no me vale” y simplemente van saliendo otras cosas. Vas cambiando. No podría hacer siempre lo mismo…
¿Entonces tú nunca te planteaste que debías tener un estilo muy definido para triunfar?
No. Y tampoco creo que haya que pensar en triunfar. Para mi tener un estilo no es tener un estilo gráfico o una estética concreta, sino una forma de contar, ser tú. Y da igual como lo cuentes. Un estilo no es que hago los cuerpos así y las caras asá. No.
Yo antes solo hacía dos puntos como ojos en la cara, no tenían ni orejas ni boca ni nada, para mí eso no cambia la cosa. Por ejemplo a mí no me gustaba nada hacer manos, y yo no me planteé hacerlas por obligación, sino que de repente me iban saliendo. Pero un estilo es otra cosa, no es hacer siempre lo mismo. No es “yo hago esto (así)”, sino que es “yo cuento esto (así)”
¿Le prestas atención a las tendencias?
No. Además en ningún sentido me gustan las tendencias. Porque las modas pasan, y a mí me ocurre que tengo libros de ilustradores que me encantaban pero han pasado los años y ya no me gustan tanto porque hacen exactamente lo mismo, me están contando lo mismo. Se han quedado ahí porque les ha ido bien, o porque es lo que quieren hacer, pero el estancamiento no creo que sea bueno.
Porque la cuestión en este oficio no es que te vaya bien, no es como hacer tuercas. Es otra cosa. Pero bueno, también cada uno como lo vive… para mí es así. Yo no creo que las cosas tengan que ser de una manera determinada, cada uno decide cómo lo quiere llevar… igual a alguien le va genial haciéndolo así y es súper feliz, pues entonces por qué no, ¿no?
¿Te has preocupado de promocionarte?
No. Si tuviera un blog no sabría qué contar, y mantener una web me da pereza. Precisamente lo que no hago es preocuparme (lo digo por la pregunta).
¿Dedicas mucho tiempo diario a tu trabajo o también tienes otras cosas o aficiones que te inspiran y te sirven luego a la hora de trabajar?
Sí que dedico mucho tiempo, pero tampoco en plan “no tienes que levantar la cabeza del papel”. Yo no lo veo así. Bueno, también según como quieras vivir. Antes yo también hice textos inocuos, que no me decían nada, porque pensaba que a pesar de eso yo podía hacer algo interesante y me lo podía pasar bien, no le daba más vueltas. Pero ahora ya no hago eso.
Ahora intento seleccionar mucho más. Por ejemplo del año 2003 tengo trece libros hechos, en cambio del año pasado (2011) tengo solo dos. Aunque bueno, a veces haces cosas por otras razones… Y lo disfrutas mucho.
¿Tienes encargos y proyectos solo en España o también te llegan del extranjero?
Sí tengo. De ambas maneras.
¿Y te llegan de forma directa o a través de agente?
Sí tengo agente aquí en España, en Pencil. Y tuve también un agente en Londres que fue una cosa curiosa porque fue una chica que vino de vacaciones a Barcelona, vio un libro mío, le gustó y me llamó. Me preguntó si quería que ella fuese mi agente y le dije que sí, pero al final acabé hasta las narices y lo dejé. Te daban mucho plazo, te pagaban mil veces mejor que aquí, le daban otra importancia, pero era desesperante. Se inmiscuían demasiado, te decían como lo tenías que hacer todo. Esto aquí, esto allá y yo así no quiero trabajar. No puedo. Lo que pasaba al final era que cuando me pedían algo yo ya me limitaba, iba con miedo porque sabía que no les iba a gustar lo que iba a hacer y me lo iban a cambiar. Yo se lo decía (esto que estoy diciendo) y ellos me decían que no y no, que no me preocupara. Lo hacía y al final pasaba exactamente lo que yo creía que iba a pasar. Hasta que al final lo dejé.
También me pasó que haciendo un libro en México, que también se editaría en Estados Unidos, pues hice un dibujo donde una mujer estaba fumando un puro. Porque salía en el texto, y me dijeron que lo quitara porque en EE.UU. no lo iban a admitir. O también me tiraron un dibujo para atrás porque salía una mujer desnuda de cintura para arriba, pero es que era una imagen de una tribu… era ridículo, porque además era un dibujo súper limpio, no tenía nada (provocador)…, y a mi me hacía hasta gracia, porque que me censuraran a mi un dibujo, ya era la leche! Y eso me pasó aquí en España. Es una pena que se esté importando esa mentalidad de censurar. Pero tampoco me lo tomo a pecho, pero me parece una estupidez. Se trata a los niños como si fueran tontos.
¿Sueles trabajar más por encargo o presentando tus propios trabajos personales?
Siempre por encargo. Más que nada porque hace falta tiempo para preparar eso (un proyecto personal) y también, bueno, también tiene que ver con mi forma de ser. Lo único, un proyecto que estoy haciendo ahora, pero porque lo hablamos con una amiga de una editorial de Barcelona. No es un encargo, pero es algo que sabemos que va a salir. Plantear un proyecto mío, hacerlo y presentarlo así, no lo he hecho nunca. Y creo que me costaría, necesito que me empujen.
¿Tienes algún tipo de inquietud sobre la ilustración en estos momentos?
¿A qué te refieres exactamente?
Bueno, esta pregunta viene por otra anterior que suelo hacer, que es sobre qué tipo de inquietudes o dudas tuviste cuando empezabas en esto, pero como en tu caso todo llegó de forma muy natural y ya me has comentado que tú no te sueles preocupar….pues no te la he hecho. Ahora los que estamos empezando tenemos muchas dudas sobre cómo funcionan las cosas, como lo de la gestión por ejemplo, o cómo ponerte en contacto con los clientes, o como hacer para cobrar sin que pasen seis meses… esas cosas.
Uy, lo de cobrar también me pasa a mí, además soy muy mala para eso, se me da fatal. No es algo que solo pase al principio. Y ahora me está pasando más, por la supuesta crisis, y los que te contratan no entienden que al casero no le puedo pagar cuando me de la gana, las cosas se tienen que pagar cuando toca. Así que ahí ando haciendo malabares, pero bueno. También es curioso, porque de repente te ves apurada, que me paso hace poco, y de pronto me llama alguien porque me quiere comprar unos dibujos. Mira que suerte. Entonces yo me doy cuenta de que por algún sitio al final viene. Tengo esa confianza.
¿Piensas que cuando empezaste tuviste a alguien que te apadrino, que te ayudó o te llevó un poco de la mano al principio?
No, no exactamente. No tuve a una persona que me ayudara, pero sí que hubieron muchas personas que me fueron ayudando y dando oportunidades al principio. Pero la verdad es que creo que nadie te regala nada. Por ejemplo, no hay que creer a esos que te dicen “tienes que estar agradecido porque te he dado un trabajo”, porque si no les gustara lo que haces no te lo habrían dado. No hay que equivocarse. Hay que ser agradecido, pero no hay que dejar que se aprovechen.
¿Tú te has sentido alguna vez atrapada en una estética concreta porque eran lo que te pedían, porque sabían que estaba teniendo éxito?¿Qué le aconsejarías a los que sienten que les está pasando eso?
Me pasó en Inglaterra, que me decían algo tipo “queremos que lo hagas en este estilo” refiriéndose a la estética de algún dibujo mío que igual lo había hecho hace cinco años, y que casualidad era el que más les gustaba. Y no había forma de hacerles entender que eso ya tenía unos años, que seguramente no me iba a salir algo así… y no había manera. Que yo no tengo diferentes estilos según para qué.
Tengo uno que va cambiando, poco a poco, y que no lo hace para adaptarse a nada, sino como una necesidad. Así que creo que no hay que caer en eso, en hacer lo que te pidan, si uno no cree en lo que hace no lo hará bien.
Claro pero hay que comer y si están teniendo éxito con algo y no paran de salirles encargos, pues a veces parece difícil sacar tiempo para experimentar y hacer otras cosas…
Creo que es cuestión de apostar por eso, y ver qué es más importante para uno… También depende de cómo vives, porque si vives amargado por eso, porque no haces algo que te gusta, pues es muy complicado. Si trabajas así yo creo que no vas a hacer un buen trabajo tampoco. Creo que lo más importante es hacer lo que crees que tienes que hacer. Porque eso no siempre significa disfrutar, a veces se sufre, pero eso es inevitable.
A la hora de ponerte a trabajar, ¿eres metódica? ¿Tienes alguna manera de hacer concreta, te organizas mucho?
No, la verdad es que no. Yo sé que tengo unas fechas y ya está. Es más intuitivo. No tengo horarios fijos. Yo no me considero metódica para trabajar, pero quizás lo seré, por como hago las cosas. Por las mañanas soy más de actividad, pintar, salir a dar una vuelta o a nadar, hacer la compra, cocinar… y me van mejor las tardes para pensar, hacer bocetos…
¿Y por ejemplo tienes un sitio, un momento, una actividad que te inspire para tener ideas? ¿Algo a lo que siempre recurras cuando estás sin inspiración?
Mmm.. no, bueno, mi sofá está bastante bien (se ríe). Por las mañanas voy a nadar, pero ahí no… bueno, cualquier sitio es bueno. No considero que tenga un sitio o igual lo tengo y no soy consciente porque es habitual para mí.
¿Una recomendación para los ilustradores que estamos empezando?
Pues lo que he dicho antes. Hacer lo que tú crees que tienes que hacer, lo que te sale de las tripas. Y ser fiel a ti mismo. Yo creo que cuando uno hace lo que le sale… le va bien porque es coherente. Bueno, no es una regla tampoco porque no siempre así te van bien las cosas.
Claro, que también te hablo por cómo funciono yo. A mi el trabajo nunca me ha preocupado y creo que por eso me va bien, pero yo no le puedo decir a alguien como consejo que no se preocupe, porque no es algo tan simple. A mi me llegaron las cosas sin buscarlas, pero el que se preocupa, se preocupa y no lo puede evitar porque es así. Hay que tener claro lo que uno quiere hacer, creo que es lo más importante.