Como muchos ya sabéis, mi nombre es io Bru, es mi nombre como ilustradora. Aunque mi nombre de verdad es Rocío Martínez como toda mi familia y amigos me han llamado desde pequeña io, me siento mucho más identificada, además de que ya hay una ilustradora que se llama Rocío Martínez y es bastante conocida, así que me quedé con io y le busqué un apellido. io sonaba muy corto, hay gente que se ralla con los nombres cortos, así que le puse el apellido Bru que es de mi bisabuela y me gusta muchísimo.
Yo estudié Bellas Artes en Valencia, luego me especialicé en diseño gráfico cuando me fui un año al extranjero. En vez de irme a una escuela de bellas artes decidí meterme a un curso de diseño de una universidad en Escocia. Ahí fue donde descubrí la ilustración, pero ya era tarde, por lo que tuve que terminar el curso de diseño gráfico, cosa que al final agradecí un montón, porque el diseño gráfico me hace falta a diario.
El caso, es que después de acabar este curso, me especialicé en dibujo y diseño gráfico, y después de hacer unas prácticas como diseñadora en una productora de animación, me metí a hacer un master en diseño e ilustración en la Universidad de Valencia. Y como proyecto de este máster nace Ilustrando Dudas.
¿Por qué nació este proyecto? Básicamente porque pasé por esa fase por la que pasamos todos cuando pensamos que ya tenemos las habilidades y las capacidades para resolver un encargo profesional, aunque no tengamos aún un buen portafolio, pero nos creemos capaces. Entonces, ahí es cuando nos proponemos empezar a conseguir clientes y te das cuenta de que no tienes ni idea de cómo llegar a ellos, de qué hacer.
Al final, me di cuenta de que estábamos todos los compañeros igual de perdidos, no sabíamos qué teníamos que hacer, cómo funcionaba la profesión, cómo nos teníamos que promocionar… nada. Así que en parte Ilustrando Dudas surgió como necesidad personal, porque pensé: “ Bueno, ya que yo tengo que dedicarme a buscar todas esas respuestas para esas dudas, ¿por qué no las comparto?”.
En este punto surgió un dilema: “¿Cómo yo siendo novata voy a dedicarme a enseñar a otros?”.
Investigando un poco sobre el recorrido de cada profesional empecé a darme cuenta de que no existe una sóla fórmula para tener éxito en esta profesión. Depende muchísimo del recorrido de cada profesional. Así, en un principio, enfoqué Ilustrando Dudas a publicar entrevistas de ilustradores españoles o de habla hispana y que tuvieran un recorrido interesante. Son las entrevistas que podéis encontrar ahora mismo en la web.
Al mismo tiempo que planteaba todas esas entrevistas enfocadas a ese recorrido y a cómo había manejado y gestionado la profesión cada uno de esos ilustradores, empecé también a leer y estudiar toda la información que hubiera relacionada con el sector. Busqué un montón de libros, indagué sobre todo lo que habían publicado las asociaciones de ilustradores, acudí a charlas, cursos y congresos… De esta manera fui mezclando toda esta investigación con mi propio recorrido como novata y con esas entrevistas que me fueron ayudando a contrastar ciertas informaciones y patrones que yo veía que funcionaban para todos, y así poco a poco fui desarrollando mis propias bases sobre cómo hay que gestionar la profesión.
En este punto quiero aclarar, que todas las cosas que yo explico y publico no son verdades absolutas, sino que son fruto de la información que yo he generado a través del recorrido que comentaba antes, por tanto si a alguien le sirve otra cosa, ¡genial!, es perfectamente viable.
Esto ha tenido un coste para mi, porque cuando decidí emprender este proyecto tuve que escoger, al menos al principio, entre volcarme en la investigación de estos asuntos o en mi carrera particular como ilustradora y diseñadora freelance. Finalmente decidí especializarme en información, formación y asesoramiento para ilustradores noveles. Ser novel yo también, me ha ayudado a tener la misma perspectiva de las personas para las que trabajo, tener las mismas incertidumbres y dudas.
Hace tres años decidí que me iba a especializar y me iba a poner a trabajar en Ilustrando Dudas, que se fue convirtiendo en una web con un montón de recursos para ilustradores que empiezan. Seguro que os preguntáis: “Pero entonces, si Ilustrando Dudas eres tú sóla, ¿Por qué siempre nos hablas en plural?”. Es porque pretendo que todo sea muy colaborativo, y que todos vosotros sumeis también, aunque también es cierto que hablar en plural queda más pro. Pero en realidad a mi me gustaría empezar a constituir ID como un equipo de trabajo (ya estamos en ello con Alexandra Rojo), porque yo llevo tres años trabajando sola y trabajo por cuatro personas.
¿A qué se dedica ID ahora mismo?
Como estaba centrando todos mis esfuerzos en generar información gratuita, llegué a un punto en el que no podía invertir más horas en ello de esa forma porque no me daba de comer, y tampoco me dejaba espacio para desarrollarme como ilustradora freelance, por lo que tuve que empezar a plantear ID como un trabajo que me diera de comer. El obligarme a convertirlo en una empresa rentable y que me sostuviera a mí me llevó a buscar qué necesidades tenían los ilustradores noveles y cómo yo podía ayudarles con algún tipo de servicio o de producto de pago y que fuera lo suficientemente bueno como para que la gente estuviera dispuesta realmente a pagar por él y saber que iba a recibir algo interesante y algo que le ayudara.
Por todo esto, empecé planteando un curso presencial que me llevé de viaje el año pasado por toda España. El curso se llamaba: “Soy ilustrador, ¿y ahora qué?”, y consistía en los pasos básicos para conocer la profesión y poder avanzar en ella como profesional. Era toda esa información básica que tenemos que conocer sobre, por ejemplo, que somos autores, que nosotros ni vendemos un producto ni ofrecemos un servicio, lo que hacemos es ceder derechos de autor. Otro asunto es el de cómo promocionarnos, en qué mercados trabajar, cosas que quizás a los ilustradores que llevan más tiempo les parecen muy obvias, pero que sin embargo los noveles necesitamos que nos sean explicadas de manera sencilla. Y lo mismo con el tema económico y fiscal, que es una parte horrible, pero que realmente todos debemos conocer aunque nadie nos la enseña.
El público de ID suele ser gente que ya ha tenido esos primeros chascos, que ya se ha encontrado con malos clientes, que ya ha intentado promocionarse de todas las maneras que sabía y no le ha servido, que ha intentado hacerse un portafolio, se ha ido a una feria del libro y no le ha servido… Entonces, al final son gente que busca encontrar por sí mismos las soluciones pero con información de valor sobre la profesión para tener las herramientas suficientes para luego hacer su propio camino, ya que muchas veces por ignorancia de no saber ciertas cosas damos muchas vueltas para llegar a un sitio y no llegamos de la manera correcta.
En un momento dado, yo me dí un año de margen porque me fui a vivir a latinoamérica por cuestiones personales, y decidí aprovechar para empezar a hablar en público, contar cosas delante de la gente y ver cómo reaccionaba. Esto lo conseguí en Buenos Aires, coincidiendo con la feria del libro de allí, se organizaron unas jornadas profesionales para ilustradores, entonces hablé con las chicas que lo organizaban y les propuse hacer una charla gratis para probarme. La experiencia de tener durante una hora a 400 personas delante escuchando fue brutal. Finalmente estuve en Buenos Aires, Ushuaia, Montevideo y fueron experiencias increíbles porque tuve un feedback muy positivo, a la gente le gustó mucho lo que contaba, cómo lo contaba, cómo estructuraba la información, a la vez yo iba tomando nota y aprendiendo de todo lo que me decían sobre cómo mejorar.
En todos estos años desde aquellas primeras experiencias, yo he seguido yendo a congresos, yendo a cursos, investigando por internet toda la información que hay en castellano y en inglés sobre cómo mejorar y gestionar la profesión. De esta manera, yo me voy formando continuamente, y todo lo que voy haciendo desde los cursos presenciales, el curso online, los artículos que escribo, cada profesional con el que hablo, hasta cada discusión entre cervezas con amigos de la profesión… Todas esas cosas alimentan ID.