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En busca de nuevos horizontes: Mi experiencia con una agencia de representación de ilustradores

Cuando decidí zambullirme de lleno en el mundo ilustración, tenía claro que debía intentar llegar al máximo público posible, y eso significaba entrar en mercados diferentes. 

Había escuchado que una de esas vías podría ser mediante las agencias de representación. Por otro lado, no todo lo que me habían comentado era positivo, así que tenía que averiguar un poco más sobre si realmente era la mejor opción para mi. 

Decidí dedicarme a recoger info sobre agencias, opiniones en la red, listados de las más populares y las que no lo son tanto y revisar qué cartera de ilustradores tenían. Pude ver que no todas las agencias representan los mismos estilos ni iban dirigidas al mismo mercado. Y que muchos ilustradores entraban en contacto mediante email o visitando ferias de ilustración como la de Bolonia donde se hacen revisiones de portafolios en persona. 

Gracias a la experiencia de otros ilustradores, vi que era aconsejable alejarse de ciertos tipos de agencias que te cobran por promocionarte ya que no prometen nada y pueden llegar a aprovecharse de nuestras ilusiones. 

De todas ellas, me quedé con tres agencias a las que decidí revisar de arriba a abajo. Me pase un par de semanas dándole vueltas, y pensando si yo encajaba en ellas o tenía el nivel suficiente. Toda esa recopilación de información dio paso al derrotismo. Me desanimé. No envié ni un solo correo y decidí convencerme de que lo mejor era pulirme y esperar un poco más de tiempo. 

Si realmente queréis saber cómo comenzar este proceso y tener claro si estáis preparados, os recomiendo el post Agentes de Representación de ilustradores: Todo lo que necesitas saber donde io Bru os lo cuenta todo.

Casualmente, al cabo de un mes, supe del ya desaparecido festival Ilustratour que ese año se celebraba en Valladolid (2014). Se iban a realizar un visionado de portafolios, un concurso, charlas y,  curiosamente, dentro de los invitados estaba la agencia a la que actualmente pertenezco: Plum Pudding Illustration. 

Era una de la tres que había elegido así que parecía que los astros me pedían a gritos hacer algo. Tras revisar de nuevo mi portafolio, un ajuste por aquí y otro por allá, decidí ir al Festival y solicitar un visionado. Pensé que era la mejor forma de entrar en contacto y ver el tema de cerca. Por otro lado participé en el concurso en el que el director de la agencia estaba de jurado conjuntamente con una editora de una gran editorial de Reino Unido. ¿El premio? Pues asesoramiento gratuito para tu portafolio. ¡¡UAU!! ¡eso lo quería yo! Quizás no sería una puerta de entrada, pero sí un inicio de camino potente. Así que a Valladolid que me fui. 

Al llegar al festival vi que me habían aceptado para el visionado, y que para alegría mía, estaba dentro de los finalistas del concurso. No lo gané pero me llevé una revisión con el director de la agencia.

Llegó el día del visionado, y estaba muy nervioso. Ese día mi inglés parecía fallar, solo salían sonidos guturales de mi boca, y veía como el director de la agencia miraba mi portafolio con detalle y en silencio. Solo tenía 15 minutos así que debía estar con las orejas como antenas para recoger el máximo de información. Y así fue, me dijo aspectos a mejorar, me dio referencias, un apretón de manos y se acabó.

Volvía a Barcelona pensando en todo lo que había vivido, y todo lo que me había comentado. Mi cabeza hervía, ahora tenía que aplicar todo eso, pero lo que no sabía es que al llegar a casa, tenía un email donde el  director de la agencia me pedía rehacer mi portfolio entero. Quería 10 nuevas ilustraciones, que lo reenfocara más hacia juvenil (yo hacía más infantil) y que esperaba tenerlo pronto en sus manos. 

¿¡CÓMO!? Tras el soponcio, pensé que debía coger el toro por los cuernos. Era verano y no podía demorarme mucho, no quería que se olvidará de mí pero tampoco quería hacer algo rápido y mal resuelto. Trabajé muchísimo, me quedé sin vacaciones ese año y en un mes y medio tenía listo mi nuevo portafolio. 

Después de eso entré en la agencia y firmé mi primer contrato. Dicho contrato aclara en qué territorios te representarán y algo muy importante: los porcentajes que se llevará la agencia. Esto puede variar, pero en general, a nivel de proyectos editoriales suele rondar el 30%.

¿Y ahora? Tenía algún que otro compañero o compañera que había conseguido entrar en otras agencias para luego no recibir ninguna oferta de trabajo, así que tenía claro que no debía conformarme solo con eso, sabía que tendría que seguir trabajando en mi estilo y perfeccionarme para un mercado mucho más global. 

Algunas agencias captan muchos ilustradores que simplemente acaban abultando su cartera, por eso es fundamental encontrar ese equilibrio entre la singularidad de tu estilo y el enfoque comercial de este. Si nuestro estilo se mimetiza demasiado en el rango de ilustradores de su cartera, acabamos canibalizándonos entre nosotros, es decir, serás menos visible entre los ilustradores de la agencia, y por lo tanto será más difícil que te asignen un proyecto. 

Tras el contrato, me asaltaron las primeras dudas: La primera, ¿cómo gestiono la parte burocrática y financiera? y la segunda, el miedo a no dar la talla. En el primer caso, es algo que con un par de telefonazos o preguntando a Hacienda, gestores o foros de ilustración, uno puede resolver.  Es más el temor a lo desconocido que lo que realmente implica. Lo otro, dar la talla, ya es algo más emocional que debemos sacudirnos. Quizás esto sería un punto a tratar aparte, la inseguridad con nuestro trabajo al traspasar fronteras y cómo muchas veces nos auto-devaluamos (por puro vértigo).

Si sientes que necesitas trabajar este tema, no dudes en escuchar el podcast Viviendo del Cuento donde io Bru habló de gestión emocional y de la creatividad. 

PRIMER ENCARGO

Nada más llegar tuve la gran suerte de recibir mi primer proyecto. Estaba muy nervioso, y la verdad es que fue una prueba bastante dura. Una serie juvenil de libros de terror, 4 portadas a color, y varias interiores en blanco y negro. Mercado americano, pulgadas, primer encargo de la agencia y todo olía a nuevo para mí.

Pasado el primer miedo inicial pude ver rápidamente que con esfuerzo y trabajo todo era viable. Finalicé el proyecto y con ello sentí dar un pasito más. Podemos superar cualquier barrera si creemos en nosotros mismos y en nuestro trabajo.

DIFERENCIAS DEL MERCADO

En un mundo tan globalizado, al final solo cambia la cultura pero las reglas siguen estando ahí. La profesionalidad es algo que debemos dar por hecho, ha de estar en el paquete básico de todos (o debería). Por ejemplo, que respondas correos a tiempo, que cumplas con las fechas de entrega o que estés abierto a los comentarios del editor. 

El mercado español puede ser a veces un tanto diferente, los plazos suelen ser más cortos y al parecer la gestión del tiempo es menos previsible. Por otro lado está la relación en los presupuestos. En este caso, hablamos siempre de diferentes tiradas por lo tanto no podemos comparar mercados pero sí trabajar para que el nuestro sea más competitivo, pactando presupuestos y tiempos justos para todos. Y eso, muchas veces, es labor de todos (o debería). 

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La guía definitiva que te explica paso a paso cómo comenzar tu carrera como ilustrador profesional.

Eso sí, es obvio que siendo un mercado más extenso, se puede vivir mejor que solo dedicándote al mercado nacional (si vives en España o Latinoamérica). Por otro lado, debes saber que los tiempos de pago se dilatan, es decir, la agencia cobra a tres meses vista a la editorial y luego ella te puede llegar a pagar a otros tres. Es decir, puedes tardar en cobrar entre 3 y 6 meses una vez finalizado el proyecto. Actualmente, en mi caso suelen ser unos 3 o 4 meses como máximo. Aconsejo ir generando en la medida de lo posible un colchón que te permita esos márgenes, o si no te será imposible sostenerte. 

Aparte de los presupuestos de los proyectos, otra gran diferencia es la cultural. Es importante remarcar que la cultura influye mucho, es por eso que debemos movernos de una forma neutra y profesional. Al igual que en la relación con el cliente, que debemos tantear en qué nivel se va proceder, si más informal o más “polite”.

No en todos los países se trabaja exactamente igual. Te puedes encontrar territorios que en honorarios o en gestión difieran mucho entre ellos. La labor de la agencia es ofrecerte el tipo de proyecto más adecuado para tu estilo y con un mínimo de condiciones dignas, pero siempre tendrás tú la última palabra para decidir qué implicación va a tener este proyecto en tu carrera y si te conviene. 

CASO PRÁCTICO DE PROYECTO EN EL MERCADO EXTRANJERO MEDIANTE AGENCIA

La agencia contacta conmigo, casi siempre vía email, para ofrecerme un proyecto y en dicho correo se detalla:

    Con qué editorial vamos a trabajar.

    La propuesta del proyecto a grosso modo (si va de vikingos que viven en el espacio o lo que sea).

    Las fechas. En la mayoría de ocasiones, bastante concretas permitiéndote una planificación cerrada y sin sorpresas. Por ejemplo:

  • Entrega del briefing 29 de marzo
  • Entrega bocetos 26 de abril
  • Revisión de bocetos 1 de mayo
  • Entrega del arte final 25 de mayo

    Cuál sería el pago. Normalmente la Agencia pone el precio que ofrece la editorial y luego a continuación cuánto sería el neto a percibir por tu parte, es decir, restando su porcentaje de comisión.

Con todo esto, decidimos si damos el ok y empezamos a trabajar. Aunque la Agencia suela negociar por ti para conseguir los mejores precios, siempre debemos revisar bien en qué tipo de proyectos nos vamos a embarcar, tiempos y cómo van afectar a los otros proyectos que tengamos de forma paralela. 

¡A partir de aquí empieza el trabajo! 

CONCLUSIÓN

Cómo quiero que sea mi cara y mi voz, en qué mercados me quiero mover, ¿producir o conducir? Son cosas que debemos plantearnos cuando queremos elegir trabajar en el extranjero mediante una Agencia. 

Ni todas las agencias trabajan igual, ni todas las editoriales nos ofrecen lo mismo, ni todos los territorios son iguales al igual que las vivencias de cada ilustrador pueden ser diferentes. Solo espero que mi experiencia pueda servirte de guía y animarte para no tener fronteras.

Mi opinión es altamente positiva y me ha permitido llegar y expandirme de una forma muy cómoda. 

Poder trabajar con grandes editoriales de diferentes partes del mundo, ver tu obra publicada en varios idiomas y sentir que no tienes barreras trabajando desde tu despacho, tu casa, tu pequeña ciudad, tu país, es algo que merece la pena. 

Si sientes que tanto tú como tu trabajo estáis preparados, ponte en marcha, ¡ahora es el momento!

¿Te está empezando a llamar la atención la posibilidad de trabajar para el extranjero? Pues ya sabes cuál es el primer paso: ¿Vas en serio con la ilustración? Pues ya estás tardando en aprender inglés.

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