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Entrevista al ilustrador Jose Fragoso

Cuéntame un poco sobre tus inicios ¿Siempre has estado entre el mundo de la animación y la ilustración? ¿Cómo te decantaste por una de ellas?

Todo lo que he estudiado me ha llevado hacia lo que siento que es mi trabajo: contar historias. En Madrid empecé haciendo animación tradicional en los tiempos en los que todo se hacía a mano. De ahí pasé al diseño gráfico, donde recibí una base muy importante que complementa mi trabajo de ilustrador. Después ya en Nueva York estudié Cine en la NY Film Academy e Ilustración en la School of Visual Arts. Todo esto me ha dado una formación global muy útil: cuando escribo libros infantiles pienso en sus páginas como escenas de cine, juego con los silencios y pienso en la velocidad de lectura de cada página. Sin considerarme un diseñador, esa formación me ha permitido diseñar las portadas de mis libros. Al final, todo lo que he aprendido lo aplico a mi trabajo como ilustrador, que es lo que realmente soy.

Tú que te has formado en España y EE.UU. ¿Qué conclusiones has sacado sobre la manera de plantear la formación? ¿Qué le recomendarías a la gente que está investigando dónde y cómo estudiar ilustración / animación?

Por mi experiencia, la forma de enseñar en EEUU y España es muy diferente. Estudié en España en los 90 y estoy seguro de que la educación ha evolucionado, pero lo que más me llamó la atención es cómo en España me enseñaron “ser un artista” mientras que en EEUU aprendí a “ser un profesional”. Aquí no hay espacio para los egos o los artistas incomprendidos. Ser ilustrador es una profesión y por tanto debes ser capaz de vivir de ello.

Por eso lo primero que aprendes es a ser lo suficientemente bueno para que tu trabajo sea elegido por delante del de otros: es decir, tienes que trabajar y dibujar mucho. Después aprendes a vender lo que haces. No todos los buenos ilustradores viven de ello, pero sí todos los que viven de ello son buenos. Por tanto debes ser capaz de diferenciar lo que haces bien y una vez que lo tienes, saber dónde y cómo presentarlo. Y algo muy importante para lo que muchos estudiantes no están preparados: tener paciencia. Probablemente no te llamen en meses, pero eso no quiere decir que no valgas para esto.

Otra cosa que me encanta de EEUU es la cercanía con el resto de ilustradores. Por lo general, todos son muy abiertos y dispuestos a colaborar. El trato entre nosotros es muy profesional.

¿Cómo te surgió lo de irte a EE.UU.? Tu perfil es muy interesante porque no solo trabajas para el extranjero sino desde el extranjero. ¿Cómo te abriste camino en el mercado norteamericano? ¿Qué diferencias notas a la hora de trabajar con España?

Habíamos estado viviendo temporadas cortas en NYC y nos encantaba, así que finalmente vinimos con un contrato de tres años y la idea de volver después. A día de hoy llevamos siete años y tenemos dos hijas americanas.

Empezar a trabajar no fue fácil. Vine desde España con un contrato para ilustrar un libro infantil de una escritora de NY, pero después me llevó casi un año establecerme. Aquí hay muchos ilustradores muy buenos, por lo que es muy complicado entrar.

Actualmente trabajo desde Chicago para la productora Picture Farm en Brooklyn, soy profesor de Ilustración en el Instituto Cervantes y en varios colegios públicos, y trabajo para varias editoriales en EEUU, España y Gran Bretaña.

Las diferencias a la hora de trabajar son bastante evidentes. Sobre todo la profesionalidad y el buen ambiente de trabajo. Hablo siempre desde mi experiencia,
pero aquí trabajamos con una sonrisa y respetando mucho al otro incluso en los momentos de más agobio.

Y no hay niveles de jerarquía a la hora de trabajar. Se trata de completar un proyecto donde el trabajo de cada uno es importante, por lo que todos valemos lo mismo. He trabajado con directores y fotógrafos reconocidos internacionalmente que han respetado mi trabajo de forma exquisita.

Y algo que a mí me gusta mucho es que se valora el entusiasmo. En España muchas veces se tiende a “poner los pies en la tierra” demasiado a menudo, cuando creo que ser entusiasta, positivo y algo idealista con tu trabajo hace que tu creatividad se multiplique.

Si entramos en tu web, tu trabajo está “all over the place” como dicen en inglés. Has tocado mil palos diferentes: ilustración editorial infantil, cómic, animación, storyboard, publi… ¿Cómo lo has conseguido? La versatilidad tanto en mercados como en lenguaje visual es difícil de gestionar pero parece que tú lo llevas bien.

Es lo que te comentaba al principio, creo que mi formación además de la de ilustrador es lo que me ha permitido tocar diferentes campos, pero todos significan lo mismo: un dibujo, un cómic, un libro infantil o un storyboard no dejan de ser diferentes maneras de contar una historia.

Es importante que tu estilo sea identificable. Incluso si tienes más de un estilo, que todos sean identificables. Yo con el tiempo he ido encontrando el mío y donde más a gusto me siento es en la ilustración infantil. Pero para llegar hasta aquí he tenido que recorrer un camino. Digamos que para llegar a la sencillez de mi trabajo actual, he tenido que ir quitando todo lo que sobraba de mis trabajos anteriores.

Es algo que puedes ver en los ilustradores con una larga carrera. Por ejemplo el caso de mi ilustrador preferido, Jean Jacques Sempé. Sus primeros trabajos están llenos de color y detalle, mientras que los últimos son líneas sencillas y grandes espacios en blanco. Él ha necesitado pasar por eso para llegar hasta donde está ahora. Pero es absolutamente necesario recorrer ese camino, no hay atajos para encontrar tu estilo.

Para los interesados en el storyboard, ¿Nos puedes decir cómo te das a conocer y dónde para que te contraten para este tipo de trabajos? ¿Qué clase de storyboards es mejor enseñar en tu portafolio?

Mis trabajos como dibujante de storyboard han llegado unos a través de otros. Empecé trabajando para Picture Farm que me encontraron online, y a partir de ahí surgieron muchos más hasta la actualidad, en que soy parte de la productora.

Es un tipo de trabajo muy inmediato donde tienes que estar disponible en cualquier momento, te llaman incluso el mismo día para que vayas a trabajar en un proyecto y tienes que estar hasta que el trabajo esté terminado, sea la hora que sea. Es un mundo en el mucha gente de muchos sectores diferentes se tiene que coordinar para que el proyecto funcione, por lo que tú eres una pieza más que no puede fallar.

Además es importante ser abierto y escuchar, ya que tienes que adaptarte a directores muy distintos con ideas muy diferentes.

Cuando alguien me pide consejo le digo que “sea una persona con la que da gusto trabajar”. Que sepan que funcionas y que creas un buen ambiente de trabajo es básico en el mundo audiovisual donde todo va tan deprisa.

En este sector también es importante la versatilidad. Yo empecé como dibujante de storyboards y he pasado por decorar pizarras de 5 metros cuadrados, hacer un estudio de una animación en stop motion o dibujar a la actriz Tilda Swinton para un anuncio de gafas de sol.

Parece que últimamente te estás dedicando más a la publicación de álbumes ilustrados y además como autor integral. ¿Te resultó un reto plantear un proyecto desde cero, teniendo que encargarte tú de todo?

Como ilustrador para otros autores siempre había sentido mucho respeto por su trabajo, pero todo cambió tras el éxito de “La Increíblemente Alucinante Historia de Marcial, el niño normal”. El convertirte en un autor publicado lo cambia todo, empezando por tu seguridad en tu trabajo.

Ahora mismo tengo en camino otro libro infantil escrito e ilustrado por mí: “Mi Voz”, que será publicado en todo el mundo y para el que he contado con el honor de que Manuela Carmena, Alcaldesa de Madrid, escriba el prólogo.

También trabajo con la Fundación Think Equal en Inglaterra creando libros infantiles como parte de su curriculum educativo utilizado en quince países del mundo. Este sistema educativo, apoyado por el Alto Comisionado de Derechos Humanos, está basado en la empatía, el empoderamiento de la mujer y la no diferenciación por género, raza, religión o discapacidad.

Actualmente al ser autor ya no sólo me encargo de la parte visual del libro, sino que siento la presión de qué historia contar, la duda de si le interesará a alguien, de si los niños lo disfrutarán… y me encanta. Y lo mejor de todo es que tengo una voz, un medio para contar mis historias y conectar con los lectores, lo que sin duda es la mejor parte de ser un autor.

Con tu último libro “La increíblemente alucinante historia de Marcial”, ¿Cómo fue el proceso de desarrollo del proyecto? ¿Cuánto duró? ¿Cómo lo diste a conocer?

En 2012 fui el ilustrador invitado en el Simposio de Literatura Infantil y Juvenil del Instituto Cervantes New York, para lo que creé el cuento con idea de “oxigenar” un poco el ambiente después de tanta conferencia. El caso es que a la gente le encantó y me pidió comprarlo, lo que me hizo plantearme que podía ser publicable.

Después de enviarlo a alguna editorial sin recibir respuesta, en la Feria del Libro de Madrid de 2016 conocí a la editorial Narval y estuvimos hablando sobre la posibilidad de que colaborara como ilustrador. Ya de vuelta en Chicago, les envié muestras de mi trabajo y añadí el libro de Marcial: al día siguiente me contestaron diciendo que les encantaba y querían publicarlo. El libro se publicó a los pocos meses y acaba de salir la segunda edición. Después de esos cuatro años desde que lo escribí hasta que se publicó, todo ha ido muy deprisa.

Además de tu faceta de ilustrador y autor integral, eres profe. ¿Cómo te metiste en ese campo y qué enseñas exactamente?

Empecé en el Instituto Cervantes New York creando “Learn Spanish Love Español”, un curso para niños para aprender español a través de la ilustración. Para el curso he creado también una serie de personajes que nos acompañan en todas las actividades y que actualmente decoran las aulas, folletos y material de los cursos infantiles de los Cervantes de NY y Chicago.

Mi idea es que en el proceso de creación de una ilustración, un cómic o un póster tenemos que utilizar muchas palabras en español y no sólo eso: también tenemos que dibujarlas. Desde entonces he creado cursos para crear pósters de películas, ilustración de libros infantiles o escribir nuestra biografía en cómic, hasta el que estoy impartiendo actualmente: la creación de nuestra película Pixar.

He dado cursos en numerosos colegios de Nueva York y Chicago, desde el United Nations International School NY a colegios de barrios deprimidos en Chicago. Vengan de donde vengan todos los niños son una pequeña máquina de crear e imaginar, y eso es lo que intento potenciar en mis cursos.

Por último, un consejo para aquellos ilustradores que están dando sus primeros pasos.

Yo les recomendaría que no se desilusionen. Están intentando dedicarse a dibujar, ¡el trabajo más divertido del mundo! Así que no puede ser fácil conseguirlo, hay que insistir y tener paciencia.

Encuentra tu estilo, déjate influenciar por otros artistas pero no copies, y localiza bien el objetivo de qué quieres hacer y ve a por él. Muchas veces el fracaso llega por no haber elegido bien el área en el que somos mejores.

Y sobre todo recuerda que si dibujas más, dibujarás mejor. No tiene más misterio. No dejes que se te acomode la mano y la mente, dibuja todos los días, dibuja cosas que te aburra dibujar, crea cada día y no te estanques en lo que te funciona, evoluciona.

Emociónate, sé entusiasta con lo que haces.

Y una cosa más: si un dibujo tuyo no te convence, guárdalo y vuelve a verlo mañana con otros ojos. Es probable que entonces te empiece a gustar.

Entrevista realizada por email. Año 2017.

Jose Fragoso

Es ilustrador y creador de cómics y libros infantiles. Tras estudiar en Madrid animación de dibujos animados y diseño gráfico, trabajó varios años en Nueva York para, finalmente, mudarse a Chicago, desde donde trabaja como ilustrador para la productora Picture Farm Production en Brooklyn, NY.

También es profesor de ilustración en los Institutos Cervantes de Nueva York y Chicago y el United Nations International School, entre otros. Su trabajo ha aparecido en publicaciones como 3×3 Magazine o creative Quearterly y es miembro de la Society of Illustrators de EEUU.

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