Icono del sitio Ilustrando Dudas

Entrevista a la ilustradora Laura Pérez

¿Cómo fueron tus inicios y cómo fue el proceso hasta que conseguiste vivir plenamente de la ilustración?

Comencé haciendo muchos trabajos personales en la facultad, con el ordenador, y con lo que había aprendido de la ilustración en general. También mandando un montón de portafolios a muchísima gente, a revistas, a agencias, portafolios impresos. Todos me dijeron que no, excepto una agencia que lo vio por casualidad. Y fue esa agencia la que me dijo que mis trabajos le gustaban y que querían contratarme. Así que todo fue gracias a la autopromoción y a mandar muchas imágenes por internet para que viese todo el mundo el trabajo. Fue un autotrabajo de pasar mucho tiempo delante del ordenador, trabajando mucho y enviando las imágenes a todas partes.

¿Aproximadamente desde cuándo puedes permitirte vivir totalmente de la ilustración?

Desde hace cinco años más o menos. Sobre todo trabajando para Estados Unidos y Canadá, porque si fuese para España no podría, porque hay veces que la diferencia de precios es incluso de una cifra. Entonces gracias a los trabajos en Estados Unidos y Canadá más los trabajos españoles, sobre todo libros de texto que es lo que más dinero da pues puedo vivir de ello. Con el mundo editorial sobre todo hago ilustración para artículos, porque eso da bastante dinero.

¿Cómo consigues ser tan prolífica? ¿Tiene que ver con tu forma de trabajar, con tu gestión del tiempo o de los encargos?

Yo digo que si a todos los encargos, excepto alguno que he visto que no iba a ninguna parte, siendo la mayoría editoriales, para libros, para revistas, para periódicos. Yo los acepto todos pero negocio el tiempo. Cálculo el tiempo que me va a llevar cada encargo, si veo a priori que necesito más tiempo pues se lo pido, y sí me lo dan genial y sino pues no duermo, pero normalmente no rechazo encargos.

Los únicos encargos que rechazo son algunos particulares que tienen sus propios proyectos pero que a lo mejor no tienen presupuesto o te dicen que el presupuesto vendrá una vez comiencen las ventas, así que hay que tener un poco de ojo para ver si eso lleva a algún sitio o no. Aunque hay encargos que he hecho gratuitos para ONG´s y otras organizaciones, pero habiéndome informado mucho del trabajo que hacen, para cerciorarme de si merece la pena apoyarles. Pero otros muchos a veces no van a ninguna parte, y por experiencia propia sé que no compensa el tiempo invertido.

¿Cómo llevas la facturación y la contabilidad para el extranjero y cómo empezaste?

Resulta que en ese tema yo estaba verdísima y la primera agencia que me contrató se encargó de toda la facturación. Ellos se encargan de ir detrás del cliente, de que te paguen y todo eso. Así que yo como trabajo a través de agencias son ellas las que se encargan de todo.

Yo facturo mis trabajos como cualquier autónomo español, y para la contabilidad pago a un gestor. Este gestor me ayuda en la resolución de las facturas y en todo el tema económico. Mi gestor no está especializado en freelance, pero se ha ido informando a partir de gestionar mi trabajo. Me ayuda bastante y me resuelve muchos problemas.

En la mayoría de los casos de trabajos para editoriales no hay cesión de derechos, a no ser que sea un libro que se vaya a editar. Yo las imágenes que he creado para las editoriales sólo las he utilizado para autopromoción, pero nunca las he usado con otros fines.

Sí en el contrato no se especifica lo contrario, tú puedes usar la imagen para otros fines después de cinco años, pero yo muchas veces cuando veo trabajos de hace tiempo prefiero no utilizarlos porque los veo un poco atrasados para lo que podría conseguir si lo hiciera nuevo en este momento.

¿Tus agentes te buscaron a ti o tu los buscaste a ellos?

La agencia americana para la que trabajo, me buscó gracias a una imagen que publiqué en “Hire an Illustrator”. La vio y me contactó para que les mandase de veinte a veinticinco imágenes con ese estilo. Se las envié y me contrataron. Entonces pensé que sería buena idea poder trabajar en el campo español y escribí a Pencil para ver si les gustaba mi portafolio. Casualmente tenían que ir a Barcelona que es donde yo estaba viviendo, hicimos una entrevista, les gustó el trabajo y también creo que en la entrevista hubo buen feeling entre las personas, valoraron mi entusiasmo y la profesionalidad a la hora de trabajar, así que me cogieron.

Unos me vinieron, y otros fui yo a pedirles.

¿Crees que es importante enfocar tu trabajo a un sólo sector y tener un sólo lenguaje/estilo?¿Tardaste mucho en encontrar tu propio lenguaje/estilo?

Empecé a desarrollar en Canadá un estilo de personajes mucho más surrealista que los que hago ahora. Eran mucho más distorsionados, cuellos más largos. Luego con los contratos ya el cliente me iba limitando más, entonces ya fui delimitando el lenguaje para que fuese más a gusto de todos. Hay una parte de mi trabajo que es mucho más comercial que otra, porque hay clientes que te dan más libertad, y así puedes ser más tú mismo. Pero también hay otros clientes que no te dan tanta libertad y tienes que limitarte mucho al trabajo que ellos te piden. Por ejemplo, ahora me han contratado para un trabajo por una imagen mía que han visto, y me piden una ilustración que se parezca a ese estilo que ellos han visto en esa imagen. Así ya estoy acotada, y lo estoy haciendo lo más parecido posible pero con nuevos personajes. Aún así yo no lo hago exactamente igual, lo hago a mi manera, incorporando algunas cosas nuevas, y a la espera de que les guste. De hecho les ha gustado, aunque no haya sido exactamente como me pidieron.

¿Las limitaciones están relacionadas con el tipo de sector (editorial, publicidad), por países o cómo?

La verdad es que es algo muy ambiguo. Para editorial, ellos te dejan bastante libertad muchas veces, otras veces te limitan. En libros de texto sobre todo, como tienes que dibujar muchas veces el mismo personaje, te tienes que delimitar tú un poquito más, así que sigues una línea que ya has hecho muchas veces para hacerlo rápido. Porque en los libros de texto te piden veinte ilustraciones para ayer, lo cual te obliga a limitarte a un estilo que te sea muy cómodo y lo hayas trabajado muchas veces. No te da tiempo a innovar nada, es un trabajo muy mecánico. Intentas meter algo creativo, pero no te da tiempo a pensarlo. En el editorial sí que te da más tiempo a innovar un poco, a probar cosas nuevas. Yo nunca había trabajado texturas, por ejemplo, y este año estoy metiendo texturas porque con algún encargo me han dado tiempo y he podido investigar si me quedaban bien las texturas, y como quedaban bien pues las he metido.

Antes de que te contactara la agencia americana, ¿Ya habías recibido algunos encargos?

No, nunca. Fue directamente por agencia. Yo, a pesar de tener un portafolio bastante grande por habérmelo currado mucho durante mis años de universidad, nunca había trabajado para nadie relacionado con la ilustración. El primer contrato fue para Penguin Books, y fue una presión impresionante para no defraudar al cliente para ser una persona tan nobel. Detrás de ese, siguieron un montonazo más de encargos gracias a la agencia que te hace mucha promoción, pero tu profesionalidad te la tienes que buscar tú, sin salir del ordenador y limitándote a los días de entrega, intentar entregarlo antes de tiempo, entregar muchos bocetos, y haciéndolo lo mejor posible para coger experiencia.

¿Qué consejos nos darías sobre la promoción?

Aunque en mi caso la agencia me promociona muchísimo, también hace falta autopromoción para dar a conocerte a la gente en general, a un mayor número de personas. Así que yo la autopromoción la hago en portales de ilustración, como “Ilustration Mundo”, donde de manera gratuita puedes poner tus trabajos, aunque lo que más me ha funcionado ha sido Facebook. Pensé que sería una buena idea abrir la página de fans de Facebook, y desde entonces ha ido creciendo muchísimo, ahora anda entorno a los 17.000 seguidores, y ha sido gracias a poner todos los días un trabajo. Y si no tienes trabajos, pues haces tú ilustraciones en tu casa que te gusten y las subes. También subir procesos funciona bien, que a la gente le gusta mucho, bocetos para ver cómo va surgiendo el color, poner consejos… Y así te va dando popularidad y seguimiento por parte de la gente, y esto hace más que la promoción que te puedan hacer por otro lado, aunque ésta última siempre es buena.

De esta forma, cuando tienes clientes con los que te gustaría trabajar, directamente les mandas tu Facebook, así ellos te van viendo y al final pues te contratan. Linkedin por ejemplo no lo uso, sin embargo Twitter lo uso un montón, sobre todo para poner bocetos y los procesos, los subo desde Instagram, y así la gente los retwittea. Las redes sociales son las que mayor garantía de publicidad te van a dar.

 

¿Cómo surge un evento como el Circuito de Ilustración de Valencia?

Surgió porque me propusieron hacer una exposición personal en el Murnau Café, que está en el Cedro. Es un sitio que hacen música en directo y siempre voy allí a dibujar a los músicos, así que me comentaron si quería hacer una exposición personal porque les gustaban mucho mis dibujos, les dije que sí, pero con la condición de que al mes siguiente lo tuvieran vacío para poder hacer una exposición colectiva. Y aceptaron.

Otro día que llegué pronto al Cedro, estaba al lado de la Sala Matisse, entré y pregunté por la persona encargada de las exposiciones, y le propuse hacer una colectiva también. Me dijo que sí, y así me entró la idea de que si a lo mejor conseguía más locales pues podría entrar un montón de gente para hacer expos colectivas, porque no me cabían todos en la primera, en la segunda tampoco así que empecé a preguntar en más sitios. Pregunté en el Ubik, en la Cafetería de MUVIM, en el Rivendel… en un montón de sitios, diciéndoles que si aceptaban yo podría hacer un circuito donde cupiesen muchísimos artistas ilustradores, y así fui desarrollando el proyecto conforme me iban diciendo que sí.

¿Lo redactaste para presentarlo en algún sitio?

No. Fue todo hablado. Fui comentando la idea que tenía sobre un circuito donde la gente pudiera moverse por toda la ciudad, y no solamente por una zona, y que todos los miércoles y sábados hubiese algún evento de ilustración en algún punto de la ciudad. A todos les pareció una idea muy buena. También hice un sondeo a muchísimos ilustradores y a todos les parecía una buena idea y me decían que sí.

Así que junto a otras dos personas hicimos el diseño del cerdo para el primer circuito, se abrió la página web, y ya así estaba el circuito montado oficialmente. Luego para el segundo circuito sí que lo hicimos todo por escrito y mucho más en serio, buscamos patrocinios presentando una memoria y el proyecto del evento de este año, etc.

¿Has tenido que poner dinero para poder hacerlo?

Un poco. Por ejemplo para las chapas. Pero eso ha sido dinero que he querido invertir yo porque quería algo físico de la organización. Y con las postales lo mismo, pero me salieron muy baratas.

Así que ha sido como una pequeña inversión en un proyecto.

¿Las obras pueden venderse?

En el primer circuito si que se vendían. Quien quisiera podía venderlas. Si el ilustrador quería ponerlas a la venta, las ponía, y si se vendían se llevaba el 100% del precio. En cambio en el segundo circuito la cosa cambio, ya que como creció tanto era un auténtico lío ponerlas a la venta, gestionar porcentajes entre sala e ilustrador… uff.

 

¿Cómo has conseguido tanta difusión mediática?

Pues principalmente me lo he currado yo, moviéndome y enviándoselo a todo el mundo para que lo publique. Yo contacté con un montón de revistas y sitios que conocía, y luego otras revistas que se enteraron me contactaron a mí. También le escribí a Xavi Calvo que lleva muchas cosas y le pedí consejo sobre dónde mandar información para darle más difusión, porque él está más pendiente de la publicidad y sabía que él tendría más conocimiento que yo sobre el tema. Incluso he visto sitios que han hecho copia y pega sin yo enviarles nada directamente, así que si pones circuito de ilustración de valencia te salen un montón de entradas. Ha sido una pasada. De todas formas, estoy segura de que si ha habido tanta difusión y el circuito ha crecido tanto es porque hay un gran interés en que se generen eventos como este.

¿Cuánto tiempo en total te ha llevado montar todo el evento?

El primer año fue medio improvisado, así que un mes y medio o dos meses. Y en el segundo mucho más tiempo, porque ampliamos con un montón de eventos más (cursos, mesas redondas, el mercadillo…) y nos llevó como cuatro o cinco meses. El siguiente lo queremos plantear incluso con más tiempo para hacer las cosas mejor.

¿Cómo se te da ser tu propia jefa y gestionar tu tiempo de trabajo? ¿Qué herramientas o métodos usas para ser más eficiente?

Yo siempre llevo una libreta en la mano. Normalmente una libreta grande. Entonces cuando me llegan los encargos, y al hacer también vida fuera de casa como cualquier persona, pues voy pensando todo el rato en el proyecto. Voy pensando ideas, ideas, ideas y al final se enciende la bombilla y las hago a lo mejor cuando estoy esperando a alguien en una cafetería. Saco la libreta y dibujo la idea. Luego cuando llego a casa la escaneo directamente, a veces sin hacer otro boceto y otras rehaciéndolo. Lo rehago sobre todo si veo que me ha quedado muy chungo, porque necesito una buena base de dibujo para poder trabajar bien en el proyecto.

Normalmente mis bocetos previos son cuatro palotes, pero luego de esos cuatros palotes tengo que desarrollarlos y ponerles estructura. Eso lo escaneo y con Photoshop voy poniéndole capas por encima, y así hasta que al final elimino el boceto. El boceto ya no existe, lo que me quedan son capas. Lo tengo que rehacer todo, el dibujo, el color… todo.

Yo siempre he utilizado una tableta digitalizadora Intuos 4 que es bastante grande, antes tenía una pequeña y hace no mucho me compré la Cintiq de 13 pulgadas. De este modo, yo por ejemplo no uso ratón, y como no lo uso desde hace ya doce años pues ni me acuerdo de usarlo. No lo veo práctico eso de hacer cosas con la mano como una garra. Entonces el lápiz te da una soltura que el ratón no te da, y eso es siempre así. Le he enseñado a mucha gente a usar la Wacom, y se han dado cuenta de que como el lápiz no hay nada. Así que yo considero que es 100% necesario tener una tableta, que sea más o menos buena, da igual, pero a medida que vayas ahorrando ya te podrás ir comprando una mejor. Porque la presión es muy importante para saber darle calidad a las ilustraciones.

Pinceles de Photoshop apenas uso. Sólo uso dos: el pequeño que se hace grande, que creo que es el cuarto empezando desde arriba, que realmente es el único que uso, y luego con el selector cojo el pincel borroso y lo hago super grande y ahí pongo el color y ya está. Solamente uso dos pinceles, no uso más. Y sin embargo, siempre uso Photoshop, porque el Illustrator y yo nos llevamos fatal y hace ya años intenté cosas, y me puse que me tiraba de los pelos, así que dije que eso no era para mí. Pero un horror, es que no lo comprendo. Y me paso horas para hacer una línea que en Photoshop hago en un momento. Y para no tener problemas en las imágenes en Photoshop las hago a una resolución bestial.

¿Con qué tamaños y resolución sueles trabajar?

Siempre en 300 pixeles, y tamaño ya le pongo yo en centímetros si quiero un poster o según lo que quiera, con la limitación de que tú nunca lo vas a poder hacer impreso más grande. Pero yo no lo imprimo nunca. Entonces cuando un cliente me pide un tamaño, yo lo trabajo al triple o cuádruple, y por eso me hace mucha gracia cuando los clientes quieren pagar menos porque la impresión va a ser más pequeña, porque a mí me cuesta el mismo trabajo hacerlo. Me cuesta más o menos lo mismo que sea un 5x5cm que un 50x50cm. Quiero hacerlo bien, con muchísimo detalle para que quede súper bonito. Y lo he explicado muchísimas veces a los clientes, porque me hace mucha gracia que ellos nunca lo entienden. Ellos llevan su idea de menos tamaño menos dinero. Pero para mí es lo mismo exactamente.

¿Algún consejo general para los que están empezando?

Que trabajen mucho. Que no paren de crear nuevos trabajos. Que no les preocupe mucho el encontrar un estilo ya, súper rápido, porque al final, igual que en la escritura, encuentras tu manera de hacer si trabajas todos los días. Y sí pasas un tiempo sin trabajar, eso se te va a ir. Muchos dibujantes que empiezan copiando estilos de otros porque creen que así van a sintetizar más rápido algunas ideas, yo creo que puedes probar a hacerlo con muchísimos si quieres pero que no es un atajo. Porque al final, ese lenguaje le sirve a esa persona y con el tiempo te vas a dar cuenta de que a ti no te sirve. Que tú piensas y sintetizas de otra manera.

Entonces para todos aquellos que me preguntan: “¿Lo hago tradicional o digital?, ¿Con acuarelas o digital?”, yo les digo que prueben. Pásate dos semanas haciendo acuarelas y pásate dos semanas con la tableta, y después pásate dos semanas escaneando tus acuarelas y terminándolas con la tableta. O pásate dos semanas haciendo lápices de colores y al final habrá algún lenguaje o herramienta que digas: “Ah, pues éste es el que me va”. Pero no puedes quedarte sentado en el sofá pensando sobre qué estilo hacer, porque ahí no te va a salir ningún estilo. Sólo sale practicando.

Yo antes trabajaba 100% acuarela. En la universidad en Bellas Artes, todo lo que hacía era en acuarela porque no sabía utilizar el Photoshop, aunque me gustaba un montón, pero no conseguía lo que quería. Y al final un día me llegó Photoshop y una tableta y pensé en probar. Tarde seis años en poder utilizar Photoshop como lo utilizo ahora. Mis primeros trabajos de Photoshop son un horror pero jolín, no lo dejé nunca.

Entrevista realizada en persona, grabada y transcrita posteriormente. Año 2014.

Laura Pérez

Nació en Valencia en 1983. Estudió Bellas Artes en Barcelona, y se formó más en profundidad en Canadá y Francia. Desde entonces no ha parado de trabajar como ilustradora para clientes internacionales. Su obra ha sido seleccionada en recopilaciones como Illustration Now 4 (Taschen), Ilustradores Españoles (Lunwerg) y Showcase 100. En 2015 ha obtenido el Premio Nacional de Cómic de Valencia Crea, mientras que en 2016 fue reconocida con el IX Premio Fnac-Salamandra Graphic por su obra Náufragos.

Portafolio Web

Salir de la versión móvil