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Entrevista a la ilustradora Bea Tormo

Hola Bea, por favor cuéntanos tus inicios, cómo te formaste en ilustración y cómo fueron esos primeros años desde que te propusiste vivir de la ilustración y el cómic hasta que lo fuiste consiguiendo. ¿Cuál fue tu fórmula?

Yo soy de Logroño, y allí hice mis estudios de arte, que básicamente fue un grado superior de ilustración que había en la época y que para ser sincera, no me enseñó nada que me sirviera para aplicarlo en la vida real. Me mudé a Barcelona y estuve compaginando trabajos temporales con los pocos trabajos de ilustradora que me iban cayendo hasta que el volumen de trabajo subió lo suficiente como para dedicarme a esto al 100%. No tengo una fórmula y dudo que exista tal cosa. Es una mezcla de trabajo y mucha suerte.

¿Qué recomendaciones darías a la gente que ahora está terminando de estudiar quizás un ciclo superior de ilustración o Bellas Artes, para estos primeros momentos de lanzarse al mundo real? ¿Cómo crees que lo deberían enfocar?

Creo que todos deberíamos tener claro que por mucho que te guste dibujar, es un trabajo. A veces la ilusión nos desdibuja esta parte y creo que es muy importante. Tienes que salir igual de preparado que en cualquier otro oficio, tienes que conocer cada detalle, desde técnicas, mercado, economía, marketing, contactos…Tienen que conocer su profesión en todas sus facetas, solo así sabrán adónde quieren encaminarse y cuales son las herramientas para lograrlo y hacer un buen trabajo.

¿A ti te ayudó mucho mudarte a Barcelona a la hora de darte a conocer y conseguir trabajo como ilustradora?  

Sin duda. En mi ciudad no había un mercado ni interés por ello, me di cuenta enseguida de que no había tampoco una comunidad de ilustradores, ni de dibujantes, nada. Fue muy importante salir y conocer gente con la que hablar, contrastar información, pasarnos contactos, debatir y descubrir la profesión. Eso me ayudó a darme a conocer y enriqueció mi trabajo.

Cuéntanos un poco cómo compaginas el cómic y la ilustración. A mucha gente le gustaría tener ese doble perfil pero muchas veces no saben cómo meter cabeza en el mundo del cómic y el humor gráfico. ¿Cómo lo hiciste tú?

No creo que haya una fórmula mágica, yo empecé presentándome a concursos de cómic porque necesitaba dinero y visibilidad. De eso hace 10 años, tuve suerte y metí un poco el pie, aunque el dedicarme al cómic ha ido por rachas, en mi caso ha sido una profesión muy inestable.

¿Qué tal tu experiencia en las revistas de sátira y humor gráfico? ¿Qué opinas de los límites del humor y de todo lo que está pasando últimamente?

Mi experiencia fue buena, he aprendido mucho estos años metida en revistas satíricas y he estado rodeada de gente estupenda que me ha enseñado mucho. El tema de los límites del humor es complicado. El humor no tiene límites, los límites se los ponemos las personas y cada día hay más filtros.

 

¿A lo largo de tu carrera qué ámbito crees que te ha ido dando más de comer, la ilustración o el cómic y el humor gráfico? ¿Por qué crees que ha sido así? ¿Puedes contarnos un poco qué tipos de trabajos se rentabilizan más?

A mí lo que me da de comer es la ilustración, el mercado del cómic aún está muy mal pagado y no compensa la cantidad de trabajo con el presupuesto final. Vivo básicamente de mi trabajo como ilustradora, pero cada año que pasa veo como las condiciones de trabajo se endurecen, los presupuestos bajan y la calidad final también es pobre, así que tengo que buscarme alternativas y negociar mejores condiciones constantemente.

Háblanos de tu pseudónimo, ¿siempre has firmado como Triz? Muchos ilustradores cuando empiezan no saben si usar sus nombres o ponerse un pseudónimo, ¿a ti cómo te ha ido con eso, crees que es lioso, que te diferencia…? Cuenta, cuenta.

Pues empecé a firmar con pseudónimo por comodidad, porque esa era mi firma, tampoco lo pensé mucho. A día de hoy prefiero mi nombre real y me estoy desligando todo lo que puedo del pseudónimo ¡mis padres aplauden esta idea! Me resulta confuso que la gente reconozca mi trabajo pero no sepa cuál es mi nombre.

¿Cuál ha sido tu fórmula principal para conseguir trabajo y darte a conocer a lo largo de tu carrera? ¿Tocaste muchas puertas? Ahora mismo estás a tope en redes sociales y también tienes una tienda online, cuéntanos tu experiencia. ¿En estos momentos te buscan o buscas tú a los clientes?

Siempre he usado mucho las redes sociales porque soy una persona muy introvertida y ha sido la mejor forma de ser yo misma sin cohibirme. En trabajos tan visuales como el del dibujo, es una forma fácil y directa de enseñar lo que haces, llegas a mucha gente y de todos los sitios.

Durante años toqué muchas puertas, preparé portafolios, los reenviaba cada cierto tiempo con material nuevo. Ahora toco alguna puerta por salir de la cantera de clientes que me he construido, pero casi siempre me llaman. Aunque eso no significa nada, pueden dejar de llamar en cualquier momento, hay que trabajarse la visibilidad todos los días.

Ahora mismo estás bastante centrada en la literatura infantil y juvenil, cuéntanos un poco de qué van los últimos proyectos que has estado haciendo. ¿Qué te resulta más interesante de hacer ilustración para niños?

En estos momentos estoy centrada haciendo una colección de libros en formato digital para plataforma de EEUU y estoy disfrutando muchísimo porque la temática es muy mía. Lo que me gusta de la ilustración para niños es que cada libro es un reto, me encanta diseñar a los personajes y darles vida. Contar una historia sobre la propia historia.

Tú que eres una persona sin pelos en la lengua (o en el lápiz) y un humor bastante afilado y crítico, ¿ajustas tu lenguaje gráfico y tu mensaje al público infantil o mantienes el mismo tipo de desenfado y humor?

Lo ajusto lo necesario, pero mantengo casi siempre mi sentido del humor en todos los dibujos que hago, me contratan muchas veces por lo gestuales que son mis personajes, aunque para algunos trabajos hay que aplicar un filtro de corrección. Soy muy de usar palabrotas y cagarme en la hostia, así que eso queda eliminado de todo trabajo infantil por motivos obvios, lo reservo para el público adulto.

¿Qué sientes al estar trabajando en una colección infantil que está enfocada a concienciar sobre un tema tan grave como el de los refugiados como estás haciendo en la colección “Bichos Raros” de Anaya?

Es una colección en la que me he sentido muy a gusto trabajando y que además trata el tema de una forma sutil, disfrazado de libro fantástico pero con un mensaje claro detrás. Me ha gustado mucho la forma de enfocarlo.

¿Aparte de los encargos desarrollas muchos proyectos personales que luego mueves para que salgan?

Ahora mismo no tengo tiempo de encargos personales, siempre ando ocupada trabajando y no saco tiempo. Como mucho saco algún fanzine de vez en cuando por pura diversión y me los autoedito.

Un consejo general para aquellos que están empezando y se quieren enfocar al cómic, al humor y a la literatura infantil y juvenil.

Dibujad, porque así sabréis qué os gusta, que se os da bien y que no. Así se focaliza el trabajo que mejor se adapta a vosotros, se consigue calidad, hábito de trabajo y un estilo propio.

¡Mil gracias por responder a este tercer grado Bea! Que los dioses te lo paguen con muchos encargos chuléticos xD 

Entrevista realizada por email. Año 2019.

Bea Tormo

Dibujanta e ilustradora chulética oriunda de Logroño pero residente en Barcelona y especializada en ilustración infantil-juvenil, humor gráfico y cómic. Sus dibujos de estilo caricaturesco se caracterizan por su acidez e ironía, y es conocida por haber trabajado con grandes revistas de sátira como Orgullo y Satisfacción o El Jueves y editoriales importantes como Anaya, SM o Planeta DeAgostini.

Algunos de los proyectos de los que es autora: Los 100 Mitos Griegos, colección Bichos Raros, La vida secreta de Rebecca Paradise, EGB vs. ESO.

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