¡Hola! Me llamo Simone Virgini, estoy en proceso de profesionalizarme como ilustrador y en este artículo quiero contaros mi recorrido del último año y medio.
Os diré cómo he pasado de no saber dar una definición exacta de qué es la ilustración hasta llegar a publicar mi trabajo en una revista americana, y os daré algunos consejos que a mi me han ayudado mucho.
Mi recorrido creativo académico empezó en la ciudad de Macerata donde cursé y me gradué en Bellas Artes. El curso se centraba en pintura y artes visuales, pero que no toqué en ninguna asignatura el tema de la ilustración. De hecho, una vez graduado allí, para mí la ilustración seguía siendo sinónimo de “dibujos para libros”.
Más tarde me dediqué durante un tiempo a hacer tatuajes. Esta experiencia, que fué mi primer trabajo gráfico, duró muy poco, pero me ayudó a desarrollar un interés hacia el arte aplicado y me di cuenta de que quería vivir dibujando (pero no sobre la piel de las personas).
En el verano de 2017 me apunté al Máster de Ilustración de Barreira, en Valencia, España. Me había informado sobre el plan de estudio, parecía muy bien estructurado y pensado para profesionalizarse. Así que decidí lanzarme a la aventura, ya que era la primera vez que se hacía este curso y desconocía por completo al equipo docente. Era la primera vez que metía cabeza en el mundo de la ilustración y además era en otro país.
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MI EXPERIENCIA CON EL MÁSTER
¡Afortunadamente acerté de lleno! El máster fue increíble. Fueron nueve meses absolutamente inolvidables, donde aprendí muchísimo y conocí a muchas personas especiales. Se ha revelado como un curso imprescindible porque nos ha mostrado todas las facetas de la ilustración y el equipo docente estaba compuesto por profesionales en activo con perfiles creativos muy distintos.
El ambiente era muy motivador, gracias también a mis compañeras y compañeros del curso, personas estimulantes y talentosas.
Después de la presentación de todas las asignaturas, me sentía especialmente atraído por dos de ellas: Autoedición y prensa. Me interesaba mucho prensa porque es uno de los mercados donde la ilustración puede ser gráficamente más adulta, se tratan temáticas contemporáneas y también es un sector donde se suelen dar muchas posibilidades a las personas que empezamos, acercándonos la posibilidad de trabajar con clientes de otros países. Otra cosa que me interesaba mucho en la ilustración de prensa, eran los tiempos reducidos de entrega, donde hay que ser rápido en el desarrollo de las ideas. Por todo esto, decidí hacer el proyecto final sobre prensa.
Los alumnos de io Bru en el Máster de Ilustración de Barreira, Valencia.
Mi proyecto final fue tutorizado por tres profesores: Fran Parreño, que me ha ayudado con la parte técnica, Virginia Murcia, con la de diseño y Luis Demano, con la conceptual. Con Luis planeamos cómo estructurar este proyecto final y para ello decidimos elegir 6 artículos de los que sacar 6 ilustraciones, para más tarde ponerlas en mi página web, cuya creación era parte del proyecto final. Una vez encontrados los 6 artículos con temáticas de mi interés, me puse a desarrollar bocetos sobre cada artículo y revisar la validez de estos con Luis. A partir de ahí empezamos a hablar muchísimo y fui aprendiendo más sobre la metáfora visual, que es algo muy importante y muy utilizado en la ilustración de prensa. Con la práctica conseguí sacar bocetos cada vez más interesantes y con mayor carga metafórica.
Una vez acabados los bocetos me puse a desarrollar las ilustraciones y con la imprescindible ayuda de Virginia, empecé a diseñar la página web. Para construirla utilicé una plantilla de WordPress llamada Semplice, que te da la posibilidad de diseñar enteramente tu página. Además es “responsive” y se adapta a cada dispositivo como móvil, tablet u ordenador. Esto es súper importante a día de hoy porque más gente entra a mirar internet desde el móvil que desde un ordenador. También tuve que comprarme un hosting y un dominio (www.simonevirgini.com). La ventaja de usar WordPress es la independencia que te da. Eso sí, tienes que dedicar tiempo a formarte un poco, y si no tienes ni idea ni ayuda, quizás es mejor otra opción más sencilla. A mi esta me fue bien.
Para finalizar y mantener la página web estos fueron mis gastos:
-100 euros en la adquisición de la plantilla.
-20 euros al año para el dominio.
-5 euros al mes para la suscripción al hosting.
Aconsejo comprar el hosting y el dominio del mismo proveedor*, es todo más sencillo a la hora de poner en marcha tu web, si es que te decides a montarla con WordPress por tu cuenta o con ayuda.
*Desde Ilustrando Dudas recomendamos Raiola Networks como plataforma de hosting. Trabajamos con ellos y la verdad es que responden fenomenal, y el servicio es en español.
Con Virginia, diseñamos toda la página web, dándole un tono bastante sobrio para resaltar el carácter de la ilustración. Así que al final del proyecto ya tenía montada una web con 6 ilustraciones acabadas. Fue un duro trabajo, pero la recompensa es muy gratificante.
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MIS CONCLUSIONES POST-MÁSTER
Al acabar el curso tenía bastante claro mi plan de acción, gracias sobre todo a las indicaciones de Io Bru en sus clases durante el curso. De hecho, gracias a una recomendación suya me apunté a un workshop de verano en Viena que más tarde se volvió determinante para mi.
Gracias a lo aprendido en el máster conseguí la suficiente seguridad en mi mismo para acercarme al mundo del trabajo. Aquí os resumo en tres pasos algunas de las cosas que me sirvieron:
1/ Un portfolio sólido, con coherencia gráfica y conceptual (contaba con la ventaja de tener la página web lista y sabía manejarla).
2/ Una base de datos con varios contactos de potenciales clientes. Esto es algo en lo que insistió mucho el ilustrador de prensa y publicidad Magoz en la masterclass que nos dio.
3/ Un buen nivel de inglés, que es algo fundamental para trabajar internacionalmente, promocionarte a través de las redes sociales y, cuando estés listo, empezar a mandar emails con un enlace al portfolio.
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Y por último, decir que entre todo lo que he aprendido en el máster hay un par de consejos que quiero compartir porque han condicionado mi manera de ver la ilustración:
Una vez pregunté medio en broma a Fran “¿Cuál es el secreto para ser ilustrador profesional?”, se rió y me contestó: “Lo que he notado que tienen en común las personas que han acabado viviendo de la ilustración es la constancia y el no parar de dibujar”. En mis momentos de mayor pereza pienso en esto y ¡me pongo a dibujar!
En cuanto al tema gráfico-conceptual, se me ha quedado mucho un consejo de Luis: “En la ilustración hay que buscar referentes fuera del mundo de la ilustración, como podría ser por ejemplo el cine, la historia del arte o la fotografía”. La verdad es que me ha ayudado mucho este consejo en los momentos de bloqueo creativo.
EL WORKSHOP EN VIENA
En el julio de 2018 participé en un curso de ilustración contemporánea en Viena, centrado en prensa y revistas, llamado “Start to finish, Start to publish” (De principio a fin, empieza a publicar). Duró cuatro días, nueve horas de workshop cada día. Estaba dirigido por dos figuras muy importantes de la ilustración de prensa americana: SooJin Buzelli, directora de arte de revistas como Plansponsor, Planadviser y Chief Inv Officer magazine. Ganadora de muchos premios por su dirección y diseño. Y su marido, el ilustrador Chris Buzelli, que ha trabajado con empresas como Rolling Stone, The New York times, Playboy y Plansponsor. Es también profesor y enseña en las escuelas RISD y SVA en Providence y Nueva York.
Instragram SooJin Buzelli // Instagram Chris Buzelli *Foto por Verena Weiss. Atelier Olschinsky
El curso estaba dividido en cuatro partes:
Un ejercicio de ilustración donde teníamos que representar visualmente sabores (el sabor de algunos helados), varias charlas interesantísimas sobre diferentes temáticas relacionadas con cómo funciona la profesión, una demostración práctica de la técnica al óleo de Chris y la simulación de un encargo real, por supuesto dirigida por SooJin.
Éramos 18 estudiantes de 15 nacionalidades distintas. El workshop era en inglés y yo tenía un B2 en su momento, así que mi nivel era intermedio pero en la práctica me sentía casi como un principiante. Conseguía comunicarme bastante bien en el momento de hablar de ilustración pero mi verdadera dificultad era conectar con la gente y comunicar mi personalidad, esto fue muy frustrante. Notaba cómo la gente se relacionaba y tenía muy buen rollo y a mi me costaba integrarme. Afortunadamente me salvaba el conocimiento del lenguaje técnico, así que sobreviví. El idioma era muy importante, porque teníamos que leer textos en inglés, así que mi consejo es absolutamente aprenderlo antes de apuntarse a un curso internacional. En mi opinión, conocer el inglés es un requisito tan importante como saber dibujar, a la hora de internacionalizar el propio trabajo. io Bru nos lo repitió hasta la saciedad durante el curso, y el mejor ejemplo de ello es este artículo: ¿Vas en serio con la ilustración? Pues ya estás tardando en aprender inglés.
En Viena, también tuve la suerte de rodearme de personas excepcionales que me han enriquecido muchísimo y con las que sigo en contacto. En estos cuatro días trabajé muchísimo, tanto dentro como fuera de las horas de curso.
*Foto por Verena Weiss. Atelier Olschinsky
Esa experiencia me llenó muchísimo. Mucho de lo aprendido durante el Máster de Barreira pude ponerlo en práctica allí y el workshop ha confirmado cosas que ya conocía gracias al máster. Una de las cosas más interesantes en Viena ha sido aprender a comunicarse con un director o directora de arte. SooJin nos explicó muchísimas cosas y nos dió varios consejos. Siempre hay que tener en cuenta que el/la director de arte (AD – Art Director) suele estar muy ocupado, tiene poco tiempo y los ilustradores tenemos que simplificarle el trabajo y no hacerle perder tiempo. Hay cosas muy importantes para los AD, que pueden ser detalles como:
Contestar al mismo cuerpo del correo (misma cadena de emails), ser muy conciso en la comunicación, enviar solo jpgs ligeros (máximo 1000 px de ancho a 72 ppp) y por supuesto respetar los deadlines (fechas de entrega). Y tener en cuenta cosas tontas pero muy básicas como que a la hora de trabajar con clientes americanos todos los formatos se comunican en pulgadas y no en pixeles o en centímetros.
Se habló mucho sobre la página web que hace de portfolio. Nos dijeron que es imprescindible que sea mobile friendly, es decir, responsive. SooJin dice que es fundamental que sea así porque principalmente los AD miran portfolios en el momento en que tienen tiempo, estén donde estén, así que suelen mirarlo principalmente en el móvil.
Otra cosa importante es que la página web sea fácil de navegar, específicamente se desaconseja exigir muchos clicks a los usuarios y se aconseja que sea navegable en scroll. La imagen previa de tus trabajos tiene que enseñar la imagen entera y no un detallito y a la hora de auto-promocionarse a través del correo electrónico es importante recordar que, para ser lo más profesional posible, es mejor utilizar un correo que sea de tu dominio (por ejemplo hola@pepito.com) y evitar correos de Yahoo, Hotmail, etc. (Gmail sería aceptable, está a mitad camino entre estas dos cosas). Se deben evitar nicknames y en su lugar poner tu nombre y apellidos, es algo que ayuda al AD, le hace todo más sencillo. En el correo que mandas no hay que olvidarse de poner el enlace a la propia página web, a tus redes sociales y tener cuidado de escribir bien el nombre del cliente (parece algo raro pero puede pasarle a cualquiera y es algo muy importante para ellos). Es decir, en general hay que cuidar los detalles. Y por supuesto, hay que evitar absolutamente mandar correos con destinatarios múltiples. Es muy importante enseñarle al AD tu interés personal hacia él o ella, pero con cuidado. Como ya he mencionado antes, no hay que hacerle perder tiempo, así que los correos tienen que ser muy sintéticos y al mismo tiempo personales, porque los AD suelen comunicarse así, por ejemplo SooJin siempre ha sido muy directa y muy sincera conmigo.
*Foto por Verena Weiss. Atelier Olschinsky
Durante esta masterclass he entendido mejor el rol de los AD, son el punto de conexión entre la producción (es decir quien paga) y el ilustrador (quien recibe el pago). Es importante hacerles caso porque son quienes realmente conocen las exigencias y la identidad de la revista o del periódico.
Otra manera de promocionarse es mandar postales por correo físico. Por supuesto no hay que olvidarse de poner nombre, correo, página web y redes sociales. SooJin con un ejemplo nos ha enseñado cómo promocionarse con los AD y con qué insistencia. Ha dicho que tenemos que imaginar al AD como una botella con un agujero en su base, que queremos llenar de agua con un embudo. Por supuesto no hay que exagerar o el agua se va a salir, pero tampoco hay que esperar mucho porque el agua fluye hasta vaciar la botella por abajo. Así que más o menos hay que promocionarse cada trimestre para que los AD se familiaricen con tu trabajo. Una vez llenada la botella correctamente puede ser que un AD sienta interés y acabe contactándote.
Un concepto que ha sido tratado muchas veces en el workshop es el concepto de la Voz. Antes no sabía precisamente qué podría ser la voz pero por lo que he podido entender, podría ser como la personalidad o el carácter creativo que transmite un artista o creativo, que es diferente del estilo porque además incluye el imaginario del artista, es su universo visual. De hecho Chris nos comentaba que “los buenos ilustradores son los que crean imágenes con las que se sienten tan satisfechos y se identifican tanto que las
robaría de un museo”. Es decir, que si te identificas con lo que has hecho, si sientes que realmente te representa y forma parte de ti, significa que has encontrado tu voz.
¡EL ENCARGO!
Dos semanas después del workshop, SooJin me contactó a través del correo de su trabajo diciendo: “Hi Simone, can you take this please?” (¿Puedes con esto?)
Y debajo aparecía toda la descripción del encargo, el nombre de la revista, el deadline y el presupuesto, junto con una frase que extrapolaba el mensaje que la ilustración tenía que comunicar, facilitando así la comprensión del artículo, dado que los ilustradores no tenemos porqué ser especialistas del tema. Y por supuesto, ¡diez minutos después le contesté que aceptaba!
Hay empresas y ADs que, si no les contestas después de media hora, es como si hubieras rechazado el trabajo. Esto es algo muy importante a tener en cuenta cuando queremos trabajar con clientes de zonas horarias distintas. ¡Hay que tener las notificaciones de los emails activas!
Lo que tenía que hacer era desarrollar al menos tres bocetos en una semana y luego enviarlos para que ella eligiera el más apto y me pidiera sus eventuales correcciones. Una vez seleccionado el boceto más adecuado conceptualmente me puse a desarrollarlo, siguiendo las indicaciones del AD. No obstante, yo estaba contento con la ilustración no corregida, pero tengo que admitir que las correcciones del AD enriquecieron muchísimo la ilustración.
La ilustración que tenía que hacer era para un artículo de la revista de economía Planadviser y trataba el tema del big data. Tenía que representar el concepto de: una tarea muy difícil, tratar de gestionar una montaña de datos.
Después de reflexionar sobre el tema, pensé representar los datos como elementos naturales (plantas o animales) y una persona que intentaba recogerlos y gestionarlos. De los bocetos que mandé a la AD, le gustó uno con un hombre en un bosque rodeado de pájaros con una red intentando capturarlos. Me pidió sustituir la red por dos jaulas y hacer algunos cambios gráficos y de composición.
Para desarrollar la ilustración final la AD me adjuntó al correo dos ilustraciones de mi instagram que le habían gustado y quería que el acabado final tuviera el mismo estilo gráfico.
El tamaño de la ilustración tenía que ser 8.25 pulgadas de ancho y 10.875 pulgadas de alto, es decir una página entera. Y por el tamaño del encargo, acordamos una compensación económica que superaba los mil dólares por los derechos de la reproducción en papel y una parte más pequeña por los derechos de la reproducción en digital. El contrato también incluía que 90 días después de la publicación, la reproducción de la ilustración era exclusiva de la revista Planadviser y también estaba permitido el uso autopromocional. Es muy importante recordar que a la hora de publicar en la redes sociales y en la página web hay que citar y agradecer al AD. Y respetar siempre el acuerdo de confidencialidad al que se haya llegado.
Para gestionar la parte burocrática (paperworks) me escribió un compañero de trabajo de la AD y me pidió que le enviara el SWIFT code y el IBAN number de mi cuenta para poder hacer una transferencia y una factura internacional.
Una vez acabada y aprobada la ilustración, le envié el archivo en CMYK 350 ppp con una sangre de 0.25 pulgadas, como ella me había pedido. Después de un mes publicaron el artículo con la ilustración y me enviaron una copia en papel.
Este fue mi primer trabajo remunerado de ilustración editorial y sentí una ilusión indescriptible.
CONCLUSIONES
Después de este año increíblemente intenso, he aprendido muchísimas cosas. Por ejemplo, he entendido que la ilustración te obliga a desarrollar competencias que aparentemente no están directamente conectadas con el dibujo pero son indispensables para profesionalizarse. Tengo que reconocer que el máster nos preparó muchísimo en este sentido, preocupándose por enseñarnos disciplinas que rodean a la ilustración.
Además de todo esto, creo que es muy importante tener una actitud proactiva y ser muy perseverante. Aconsejo rodearse de ilustradores y participar en muchas cosas como eventos y festivales y apuntarse a cursos, para sentirse parte de la comunidad creativa y estar en contacto con ella y con los profesionales que son más activos, porque con ellos avanzaremos mucho más rápido.
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Probablemente habrán momentos en los que puede que te sientas algo (o muy) perdido o perdida y poder contar con un entorno que te apoye ayuda muchísimo. De hecho yo personalmente agradezco mucho a los y las profesionales que me han acompañado y apoyado durante este tiempo y que a día de hoy considero muchos de ellos como amigos.
Otra cosa que he entendido es que la formación no puede terminar con el recorrido académico, y gracias a la actitud e inversión adecuada se puede seguir aprendiendo muchísimo y ponerse en juego de verdad.
Después de todo este recorrido, he llegado a la conclusión de que para mi el ilustrador es un artista que encuentra el punto de conexión entre sus inquietudes creativas y lo que pide el mercado. Así es como me gusta a mi entender la ilustración.
Espero que mi experiencia os haya resultado útil, creo que compartir y cooperar entre nosotros es esencial para crecer y ser buenos profesionales.
¡Así que mucho ánimo y a seguir dibujando!
