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La gran encrucijada, ¿decido dedicarme a la ilustración?

Este artículo no es un artículo cualquiera, es una realidad por la que muchos de nosotros hemos tenido que pasar y es muy dura. Esa encrucijada que nos ha obligado a tomar una decisión porque ya no aguantábamos más… El mundo nos pedía que fuéramos en una dirección, pero nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro corazón nos pedían ir en otra muy diferente. En una que está mal vista, que se aleja de las expectativas de nuestra sociedad.

Este es un email recibido hace poco en Ilustrando Dudas, y las respuestas que se produjeron después. No es el primero y seguramente no será el último. Y seguro que muchos de vosotros os sentís identificados con lo que cuenta…

Por eso hemos decidido compartirlo, para que esto pueda servir a otras personas que se encuentran en esta encrucijada, en este dilema que nos devora por dentro. Tomar una decisión es difícil y por eso antes de moverse en cualquier dirección, es importante hacerse las preguntas y los planteamientos correctos.

A los que estáis en ese punto de vuestras vidas, esperamos de corazón que os sirva.

“En estos momentos estoy en una gran encrucijada, ya que lo que he querido hacer de pequeño es ilustrar y solo ilustrar. Actualmente soy estudiante de licenciatura en inglés, estoy en el 5º semestre, y actualmente por fin tengo un trabajo bien remunerado. Quiero dejar mi actual carrera por entrar a estudiar Artes Plásticas, pero no sé porque siempre está el ‘qué dirán’ mis padres, el no ser suficientemente bueno como para vivir de ello. Muchas cosas pasan por mi, pero hay algo que me dice que no desperdicie más el tiempo en algo que no realizo con pasión. No sé, algún consejo sería de mucha ayuda. Gracias.

X”

“Hola X,

Gracias por escribir y por sincerarte con nosotros. Es verdad que es una decisión dura porque no está bien vista… pero oye, es tu vida. No sabes hasta qué punto la mayoría de nuestros alumnos son personas que después de varios años haciendo lo que los demás querían que hicieran, sintieron que no podían más y cambiaron de camino. Tú te estás dando cuenta ya y eso es lo importante.

 

Si además tienes un trabajo que te puede permitir tomártelo con calma, con la actitud correcta y la tranquilidad de que puedes financiarte esos estudios sin pedir ayuda a nadie, no deberías tener ninguna duda para lanzarte. No necesitas demostrarle nada a nadie. Puede que tus padres no entiendan tu decisión, la mayoría de nuestros padres tampoco entienden el nuevo mundo en que vivimos y siguen pensando que una carrera de toda la vida te permitirá encontrar un trabajo estable y que así tu vida será más fácil. Pero eso ya no funciona así. El mundo es inestable, hay que saber vivir y gestionar la incertidumbre, y la mejor manera de hacerlo es dándonos cuenta de cuáles son nuestras habilidades y aquello que nos gusta hacer, y desarrollarlo al máximo. Aprender a aprender y así podremos adaptarnos a este mundo que cambia tan rápido. De hecho, las profesiones creativas y relacionadas con la imagen son cada vez más importantes, porque todo lo que no es creativo lo pueden acabar haciendo máquinas y serán trabajos que se precaricen, y porque el mundo en el que vivimos es cada vez más visual y la demanda de imágenes para todo solo puede crecer.

 

Así que te animo a que sopeses este tema y tomes una decisión. Eso sí, aunque todos tenemos inseguridades, debes afrontar este tema con la actitud correcta. Nadie nace sabiendo, tú comenzarás un proceso de formación y has de convertirte en una esponja y dedicar mil horas a dibujar y a formarte en la dirección correcta. Si no haces mucha mierda al principio, en el futuro tampoco te saldrán buenas obras. Una cosa no puede ir sin la otra. Te aseguro que este sector es un 20% habilidad y 80% trabajo, machaque y cabezonería.

 

Olvídate del talento, a ser un buen ilustrador se consigue de la misma manera que alguien que quiere convertirse en deportista profesional. Entrenando mil millones de horas. Ya está. Así que no tengas miedo de no ser capaz de hacer algo que merezca la pena, porque si dedicas las horas suficientes y tienes claro tu camino y los objetivos a perseguir, tarde o temprano lo conseguirás.

 

Muchos ánimos y un abrazo,

io Bru”

“Buen día. Les agradezco mucho por la respuesta, ha sido de mucha ayuda. Ya he tomado una desición, y voy a iniciar un nuevo camino. Nunca voy a olvidar lo que me han dicho, y siempre lo voy a mantener conmigo. Dios los bendiga, y con seguridad nos veremos después. X”

“No hay de qué. Un abrazo fuerte y mucho ánimo en ese nuevo camino.

¡Que la Fuerza te acompañe!

io Bru”

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