Crea tu espacio de trabajo e intenta que esté en un lugar de la casa retirado y que te de buen feeling. Esto hará que te cueste menos sentarte y ponerte en marcha cada día.
Crea una rutina y un horario que se aproxime al comercial, ya que el resto del mundo funciona a esas horas y si se intentan poner en contacto contigo a esas horas esperarán encontrarte. Ejm: Es muy poco profesional que te llamen a las 10.30am un martes y respondas con voz de dormido… Aunque también es importante que te permitas trabajar en los horarios donde te sientas más concentrado y creativo, pero de manera acotada. A algunos nos pasa esto por la mañana muy temprano y a otros por la noche muy tarde.
Si compartes tu espacio de trabajo con familia, pareja o amigos, asegúrate de que respetan tu tiempo de trabajo y no te interrumpen. Este tema es el más complejo de trabajar en casa, y es necesario que sientes a las personas con quien la compartes y les expliques que cuando estás trabajando NO te pueden interrumpir. Para nada. Han de actuar como si no extuvieras a menos que se esté quemando la casa. No hace falta que lo entiendan (porque los padres casi nunca lo entienden). Solo hace falta que lo respeten, y se lo puedes decir así directamente.
Aséate y vístete como si fueras a trabajar fuera de casa. Si no cambias el chip de modo “estar por casa” a modo “a currar” de alguna manera, tu cerebro tampoco lo hará.
Nunca mezcles tareas de casa con tareas profesionales. Establece un tiempo para cada cosa. Por ejemplo: Te levantas, desayunas, te aseas y vistes, pones una lavadora, ordenas tu habitación y ya te pones a trabajar. Si a media mañana haces un descanso, aprovechas para tender, pensar en qué vas a cocinar y a lo mejor acercarte al súper. Sigues trabajando hasta la hora de comer, y así… En cambio, si cada 10 minutos te levantas a hacer cosas de casa no vas a conseguir rendir nada y te costará mucho mantener la concentración.
Aprende a separar el tiempo que dedicas a responder mails y poner al día las redes sociales del resto de tareas. Es importante que lo establezcas en tu horario y luego cierres esas páginas para poder concentrarte mejor en tu trabajo. Las redes sociales son las que más tiempo nos roban de nuestro trabajo porque nos enganchan y nos desconcentran. Y si no te lo crees, compruébalo con “Rescue Time”.
Intenta resolver cuanto antes todas esas tareas pendientes o proyectos abiertos que te persiguen… Si hace falta, haz un intensivo de unos días y quítatelo de en medio para poder empezar con una rutina y un horario que te hagan sentir bien. Te quitarás un peso gigante de encima y dejarás de procrastinar como un loco.
Planifica tus objetivos, al menos a medio y corto plazo y subdivídelos en tareas diarias o semanales para que sean fáciles de abordar. Acostúmbrate a preguntarte hacia dónde quieres ir, qué quieres conseguir, y cómo lo vas a lograr. Crea un plan con pasos y acciones y concrétalo todo para que a la hora de ponerte a trabajar sea fácil ver qué tienes que hacer.
Aprende a priorizar correctamente y a diferenciar entre lo importante, lo urgente, lo urgente / importante y luego lo que en realidad nos apetece hacer. Esto parece una tontería, pero es una de las claves para decidir a qué dedicar nuestro tiempo y sentir que estamos avanzando en la dirección que queremos. Los ilustradores solemos movernos entre lo urgente (porque trabajamos bien bajo presión) y lo que nos apetece hacer (porque somos muy hedonistas). Esto provoca que gran parte de nuestro tiempo lo dediquemos a cosas que no son importantes y por eso sentimos que no avanzamos. Si empezamos el día realizando una tarea gorda e importante, y el resto a lo urgente y lo que nos apetece, entonces encontraremos un mejor equilibrio y sentiremos que avanzamos y resolvemos.
CURSO ONLINE DE PORTAFOLIO
¿Llevas tiempo queriendo hacer tu portafolio de ilustración pero no sabes cómo? ¡Este curso es el paso definitivo que necesitas!
Ten claras tus prioridades cuando te establezcas tu horario de trabajo y tus tareas para el día o la semana, y sobre todo, sé realista. Si no lo eres y te propones hacer más de lo que en realidad puedes, siempre sentirás que no haces lo suficiente y eso te frustrará y te hará sentir que tienes demasiadas tareas pendientes. Evítalo analizando tus ritmos, tus tiempos y tus otras responsabilidades y teniéndolos en cuenta cuando distribuyas tu horario y tus tareas para el día.
Si trabajas desde casa pero no quieres dar una imagen poco profesional puedes no poner tu dirección en el apartado de tus datos de contacto, y solo facilitarla cuando sea necesario. Poner un número de fijo, además del móvil también genera la sensación de estabilidad y profesionalidad.
Establece un tiempo diario o semanal para lo que tenga que ver con informarte y formarte. Muchas veces cuando estamos trabajando o en las redes sociales descubrimos posts con información interesante sobre nuestra profesión, o un videotutorial que queremos ver, o nuevos artistas o cosas que nos inspiran… lo más conveniente es que guardes esos links en tu lista de favoritos o de lectura y cuando llegue el momento, te concentres en cotillear todas esas cosas. Después de comer o a última hora de la tarde, antes de cenar, son buenos momentos.
Utiliza algún sistema de agenda y alarmas para recordarte fechas o citas importantes e incluso para bloquear tiempo de tu día para tareas concretas. Muchas veces cuando trabajamos desde casa se nos olvida hasta en qué día vivimos… Ejm: darte de alta/baja de Autónomos, reunión con cliente, exposición en un bar, charla en la Asociación de ilustradores… Y lo de bloquearse tiempo es muy útil porque decidiendo de antemano qué vas a hacer en ese rato, se vuelve mucho más fácil ponerse a ello.
Oblígate a dejarte tiempo para descansar y sobre todo, desconectar. Intenta salir de casa, quedar con amigos o hacer deporte. No tiene mucho sentido que digas “vale, ahora voy a descansar” pero te quedes delante del ordenador cotilleando blogs o Pinterest, por ejemplo…
Mantente en contacto permanente con tus amigos ilustradores. Intenta mantener conversaciones sobre las dudas que te surjan, haced feedbacks los unos a los otros y apoyaros los días que estéis algo desmotivados. Puede ser un mundo de diferencia saber que tienes gente que está en la misma situación que tú y sentir que la tienes cerca.
Intenta acudir a eventos específicos del sector para estar en contacto con tu entorno profesional y que la gente te vea, sepa que existes y que te preocupa lo que sucede en tu profesión. Aprenderás mucho, conocerás gente interesante y te acostumbrarás a debatir y a discutir temas importantes. Cuando nos metemos en una rutina de trabajo en casa uno puede sentirse muy solo a veces, así que es bueno forzarse a contrarrestarlo de alguna manera.
Si vas a viajar, avisa a tu entorno y a tus clientes. Sobre todo si no vas a mantener tu horario de trabajo habitual o si vas a estar menos localizable.
¡Y AHORA LA FÓRMULA MÁGICA DE LA PRODUCTIVIDAD!
Mira siempre tu calendario / agenda. Apunta todas tus citas y compromisos, tanto personales como profesionales. Dedica tiempo el viernes o el domingo para programarte la semana siguiente.
Ten una lista de tareas “del día”. Prepáratela el día anterior antes de terminar tu jornada de trabajo. Y recuerda: Sé realista. Ponlas en orden de prioridad. Y empieza el día resolviendo siempre la tarea más larga, peñazo o difícil. Sino lo haces así, aumentarán vertiginosamente las probabilidades de que la evites y procrastines.
Acota también los descansos. Utiliza la misma técnica Pomodoro y su cuenta atrás. Así te resultará mucho más fácil volver a sentarte y seguir a tope.
Usa música o sonidos especiales que te ayuden a concentrarte. Y para tareas más mecánicas que puedan aburrirte, motívate escuchando podcasts sobre temas que te interesen.
Convierte esos objetivos en tareas y micro tareas y hazte listas. Distribúyelas por temáticas y ordénalas por nivel de prioridad. Y ponte fechas tope e incluso alarmas y recordatorios.
Bloquea tiempo de tu agenda para lo que quieras priorizar por encima de todo, ya sea personal o profesional, para que todo lo demás encaje a su alrededor y no dejes para lo último lo que más debes o quieres hacer.
Utiliza herramientas para bloquear distracciones (páginas webs tentadoras) y generarte presión para trabajar y terminar tareas. Utiliza la técnica Pomodoro o similares. Estas dos cosas juntas funcionan muy muy bien, de verdad.
Durante los periodos que te programes para trabajar, el móvil SIEMPRE en silencio y bocabajo. Lo mirarás en los descansos y aprovecharás para devolver entonces mensajes y llamadas.
Date pequeñas recompensas cuando vayas alcanzando objetivos y terminando tareas. ¡Mímate que todo esto supone un esfuerzo y lo estás haciendo! ¡Te lo mereces!
ASESORAMIENTO PERSONALIZADO
¿Se te acumulan las dudas sobre la profesión? ¿Necesitas pedir feedback? ¿Tienes un encargo y no sabes presupuestarlo? ¡Podemos ayudarte!
Y si después de probar nuestro sistema infalible, sigues pez y no consigues mejorar tu productividad y acostumbrarte a trabajar por tu cuenta, te recomendamos dos cosas:
La primera es que te cuestiones si eres una persona de perfil freelance. Hay gente que no vale para ello, porque no le gusta la soledad, le agobia la incertidumbre, etc, y es muy feliz trabajando para una empresa y yendo a una oficina todos los días con un horario fijo y un sueldo al mes. Plantéate si debes buscar ese tipo de trabajo (lo hay).
Y la segunda es que si estás empeñado en conseguirlo, te recomendamos varios recursos para que lo consigas.
Esperamos que con todos estos consejos y recursos os resulte más fácil el día a día como ilustradores freelance. ¡A currar!