Vamos a empezar por el principio:
Yo estudié Artes Gráficas y tuve una carrera profesional de 16 años en prensa, haciendo las funciones de maquetación, infografía e ilustración. Durante mi tiempo libre empleaba las horas que fuesen necesarias en pulir mis técnicas digitales y tradicionales para poder ser competente en el sector editorial y en el mercado en el que quería entrar. He sido de esas personas a las que siempre se le ha dado bien el dibujo pero sabía que si no tenía un buen nivel y no controlaba bien las técnicas no iba a tener grandes oportunidades. Una vez conseguí alcanzar el nivel que yo entendía que era el adecuado dejé mi antiguo empleo y empecé en la dura búsqueda.
Siempre he sido lector y consumidor de álbum ilustrado así que esa fue mi primera meta. Encontré por la red un curso muy interesante de álbum ilustrado llamado “A propósito de la ilustración” que se realizaba a nivel internacional en países de habla hispana y con grandes autores del género. Lo organizaban varias editoriales y era coordinado por Antonio Ventura.
Yo estaba muy ilusionado en profundizar en esa materia pero tuve tan mala suerte que el curso no se realizó por falta de alumnos. En España nos apuntamos sólo dos personas y una de ellas era yo, un canario alejado del territorio peninsular. Había una semana de clases presenciales en la editorial Kalandraka y yo ya había reservado mi estancia y pasaje para esos días, así que no tuve más remedio que ir a Madrid a tener unas vacaciones forzadas, sin curso que hacer y perdiendo mi dinero. Antonio Ventura quedó conmigo en almorzar juntos a modo de disculpa y aproveché ese momento para hacerle todas las preguntas que tenía sobre el sector que aún desconocía.
A la vuelta de mi viaje de Madrid a través de Facebook ví que se organizaba en Gran Canaria un curso que impartía io Bru de Ilustrando Dudas y decidí asistir. En él saqué buena información que complementada con los consejos de Antonio Ventura me hicieron ir en línea recta a mi meta.
Yo en ese momento no tenía un portafolio digno. Tenía un montón de ilustraciones y dibujos que no tenían un sentido concreto, un batiburrillo de pensamientos, estilos, géneros… y cualquier editor o agente que lo mirase pensaría que sí, que había técnica, pero que realmente no estaba claro quién era yo como artista o cuál era mi estilo concreto. Así que decidí hacer lo que me gustaba, pero eso sí, pensé que lo ideal no era hacer un portafolio como suele hacer la mayoría de ilustradores, haciendo 15 imágenes sueltas con todo tipo de escenas, personas, animales, objetos y fondos.
Yo hice un proyecto de álbum ilustrado escrito por mí, una obra cerrada en la que se viese mi experiencia de maquetación, diseño, concepto, técnica, color, todo con un sentido común y lógico. Eso haría ver a cualquier editor o agente que era capaz de hacer un proyecto editorial completo sin problemas.
Una vez acabé el álbum ilustrado lo envié a varias editoriales y comencé a realizar dos obras más mientras esperaba respuesta.
¡En esa misma semana ya tenía cuatro editoriales interesadas en publicar mi álbum ilustrado! Imaginen mi sorpresa, fue un subidón de alegría que al tiempo fue desapareciendo, pero no adelantemos acontecimientos…
Una de las editoriales interesadas en el álbum quedó en reunirse conmigo en el antiguo festival de ilustración llamado Ilustratour, así que me apunté y volví a viajar a Madrid para reunirme con la editora.
La reunión no salió bien ya que me pedían unos cambios que a mí no me parecían correctos y como tenía a otras editoriales interesadas en publicar tal cual estaba la obra pues decidí no llegar a ningún acuerdo. Al final fue una mala elección ya que la editorial con la que finalmente firmé aún no lo ha publicado por entrar en crisis económica… en fin.
También me apunté en una sección de Ilustratour donde se hacían reuniones con editores y agentes de ilustración. En estas reuniones al agente Mark Mills de Plum Pudding le pareció interesante mi trabajo, que yo andaba enseñando a una galerista de Barcelona. No tenía reunión con él, así que Mark esperó a que acabara mi entrevista con la galerista y me hizo llamar, ahí me comentó que mi estilo encajaba más en el mercado de Estados Unidos y del norte de Europa, que en España no lo veía muy claro pero que tenía un buen trabajo, y me orientó en pulir más mi estilo, en ser yo mismo y no hacer caso de las modas o tendencias. Hice caso a sus recomendaciones y comenzamos a escribirnos habitualmente. También en las reuniones de Ilustratour conocí un magazine con la que llevo años trabajando y colaborando.
Regresé y envié los otros dos álbumes ilustrados a editoriales españolas, la gran mayoría no respondió y dos editoriales me dijeron que lo estaban meditando, pero jamás volvieron a responder… En todo esto ya habían pasado unos 7 u 8 meses de trabajo sin obtener un ingreso de la ilustración, era todo trabajo para portafolio o para conseguir proyectos editoriales e invertir dinero para asistir a ferias, así que empecé a dar mucha más caña a mis redes sociales y comencé a publicar ilustraciones de los álbumes ilustrados que había hecho.
A las semanas me escribieron un privado en Instagram del Asian Festival of Children’s Content, me comentaban que les había parecido interesante mi trabajo y me invitaron a presentarme a su festival. La idea me atrajo bastante así que les envié ilustraciones de mis obras de álbum ilustrado, me respondieron a los meses diciendo que estaba seleccionado y ¡que iba a ser uno de los representantes de la ilustración infantil-juvenil española y europea!
Me resultó curioso y sobre todo gracioso que me eligieran a mi entre cientos de ilustradores para representar a España y Europa cuando aún no había publicado absolutamente nada en mi país, donde me sentía rechazado y casi ninguneado por la gran mayoría de editoriales españolas. Todo muy surrealista, me sentí más valorado en el extranjero que en mi propio país.
Al acabar el festival ya tenía un buen portafolio que mostrar y empecé a buscar proyección internacional ya que en mi país no me hacían caso y fuera sí. Comencé buscando agentes de representación ya que es el medio con el que suelen trabajar los editores extranjeros. A los meses se interesó en mi trabajo OWL agency y comencé a formar parte de su lista de ilustradores.
Una vez que ya tenía agente internacional, representación española en el Asian Festival of Children’s Content y unas pocas publicaciones en magazines comencé a ir a festivales de literatura infantil y ferias del libro a buscar clientes (editores), como no me hacían caso por mail en persona no les quedaba otro remedio que atenderme y verme la cara, en persona no me podían mandar a la bandeja de correo spam así que empleé las clásicas técnicas comerciales y a enseñar mi portafolio a todo editor presente y que me causara buena impresión.
A partir de ahí y ser constante en enviar mails (una media de 150 semanales), comenzaron a llegarme proyectos de pequeñas editoriales, muchas de ellas conocidas en las ferias que asistí. Recordad que durante todo este proceso ya habían pasado dos años sin obtener casi ingresos y perdiendo dinero, el poco dinero que me entraba era para volver a emplearlo en mi proyecto de ilustración, pagar web, material de trabajo y un largo etc.
A partir del segundo año y medio comenzó el trabajo regular de ilustración y hoy en día ya puedo decir que mis ingresos son dignos para vivir de esta profesión. Durante estos 3 años ya he publicado con varias editoriales y tengo varios proyectos en curso tanto para literatura como para publicidad y he participado en festivales nacionales e internacionales donde he conocido buenos clientes y seguidores de mi trabajo.
En resumen, el primer año los pasé trabajando en portafolio y envío de mails una media de 8 a 12 horas diarias, sin tener ingresos e invirtiendo dinero en web y material de trabajo.
A partir del año y medio comenzaron los primeros proyectos editoriales, pero con pocos ingresos, el dinero que entraba se volvía a invertir para asistir a eventos profesionales de ilustración, comencé a asistir a ferias y a buscar clientes en ellas.
En el segundo año comenzaron las publicaciones en editoriales y llegaron los primeros encargos interesantes de verdad.
Y en este tercer año y medio tengo varios proyectos editoriales en curso y trabajos para el sector publicitario y web, ya tengo ingresos y de momento vivo al 100% de la ilustración.
ASESORAMIENTO PERSONALIZADO
¿Se te acumulan las dudas sobre la profesión? ¿Necesitas pedir feedback? ¿Tienes un encargo y no sabes presupuestarlo? ¡Podemos ayudarte!
Con todo esto que acabas de leer tienes que tener claras varias cosas:
1º Asimilar que vas a tardar en tener ganancias, pueden ser meses y seguramente años.
2º Tienes que trabajar muchas horas, cuando digo muchas es como mínimo 8 horas al día, 5 días a la semana. No hay otra manera de conseguir el nivel necesario para competir profesionalmente.
3º Tienes que tener una actitud profesional desde el principio. Con eso me refiero a que tienes que saber estar, dar una buena imagen, valorarte, aceptar críticas, saber comunicarte y expresarte, tener un buen escaparate para tu portafolio (web)… También sería estupendo que sepas hablar otros idiomas, sobre todo el inglés (el mío es básico y voy a clases para mejorarlo), y que aprendas cuanto antes el funcionamiento de esta profesión, porque se diferencia mucho de todo lo que conocemos del mundo laboral y cuesta un poco entenderlo.
4º Asiste a festivales, ferias, exposiciones, tertulias, congresos… Que la gente te ponga cara, que te conozcan, la mayoría de los clientes salen de este tipo de sinergias.
5º Piensa más como un empresario y menos como un artista, así que te recomiendo que aprendas cómo llevar un negocio y todo lo que se necesita para que sea rentable.
6º Intenta buscar otro medio de ingresos mientras intentas ser ilustrador, si tienes la suerte de que te mantengan pues genial, lo tienes más fácil, pero si no, no intentes comer de la ilustración cuando en realidad no estás preparado/a.
7º Nunca es tarde, la edad no es un impedimento para trabajar en lo que quieras.
8º usa alguna red social, una como mínimo, son imprescindibles para dar a conocer tu trabajo al gran público.
9º Sé crítico y exigente con tu trabajo, pero no te pases. Sé constructivo/a y valora el esfuerzo que estás haciendo, entendiendo que estás en un proceso de aprendizaje y que sí o sí te vas a equivocar o te van a salir mal las cosas, y no pasa nada, siempre y cuando aprendas de ello.
10º Formarse y buscar orientación y ayuda, es muy importante. Hay veces que no vamos a poder avanzar solos. Así que no tengas miedo de buscar ayuda cuando la necesites. No te hagas el camino más complicado innecesariamente.